Economía

Impuestos al carbono, potente herramienta para elevar ingresos y cumplir con Agenda 2030: FMI

La clave es reformular el sistema impositivo, no simplemente añadir un impuesto nuevo, señaló David Lipton, director gerente interino del Fondo Monetario Internacional.

Para movilizar financiamiento dirigido al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los impuestos sobre el carbono son una herramienta eficiente y potente con capacidad de generar ingresos de hasta un 3 por ciento del PIB, señaló David Lipton, director gerente interino del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Estos ingresos pueden financiar una asistencia selectiva y anticipada a los hogares que se ven afectados de manera desproporcionada, apoyar a las empresas y las inversiones en infraestructuras de energías limpias y, en última instancia, financiar los Objetivos de Desarrollo Sustentable", dijo durante su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

Expuso que nuevas investigaciones del FMI -por publicarse en su próxima edición del informe Monitor Fiscal- muestran que los impuestos sobre el carbono son las herramientas más eficientes y potentes, "pero solo si se implementan de forma justa y favorable al crecimiento. La clave es reformular el sistema impositivo, no simplemente añadir un impuesto nuevo", advirtió.

En su ponencia titulada 'Movilizar financiamiento para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible', Lipton alertó sobre la relevancia macroeconómica del cambio climático, que requiere una cooperación internacional -en la que el FMI participa estrechamente mediante su asesoramiento y sus investigaciones de política económica.

El objetivo común debe ser reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles para limitar el calentamiento mundial al nivel considerado como seguro, de 2°C o menos por encima de la temperatura preindustrial.

"Sin excepción, hay que poner manos a la obra en lo que se refiere a las políticas; entre otras cosas, mediante regulaciones más inteligentes, el incremento de las inversiones en energía verde y el replanteamiento de las políticas fiscales", señaló.

Lo barato del carbono, con un precio promedio mundial de 2 dólares por tonelada de CO2, hace que empresas y hogares necesiten más incentivos para usar menos energía y optar por combustibles más limpios. Limitar el calentamiento mundial a un nivel seguro requiere que el precio del carbono sea considerablemente superior, de hasta 75 dólares por tonelada.

En el caso de muchos países, esto quiere decir aumentar significativamente su gasto para cumplir los ODS. "En ámbitos clave como la salud, la educación y las infraestructuras prioritarias, estimamos que los países en desarrollo de bajo ingreso necesitarán un gasto adicional todos los años, alcanzando el medio billón de dólares en 2030, aproximadamente el 15 por ciento de sus PIB combinados en 2030".

Pero más allá de elevar el precio del carbono, hay otras medidas que se deben tomar, desde el fortalecimiento de la gestión macroeconómica hasta el aumento de los ingresos públicos y la implementación de planes de gasto más eficaces, señaló el director gerente interino del FMI.

También por el tema de la corrupción, hay espacio para generar mayores ingresos con su combate y al crear un entorno empresarial más atractivo para que el sector privado cumpla su parte.

"Esto incluiría adoptar marcos jurídicos y reguladores favorables a las inversiones".

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