Economía

Guerra comercial EU-China pasa factura a la manufactura global; liga 4 meses en zona de contracción

La actividad manufacturera en el mundo se encuentra en franca tendencia de baja, situación que hace crecer el riesgo de un recesión económica.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China está cobrando la factura al contribuir a deteriorar los signos vitales de la actividad manufacturera, no solamente en ambas naciones, sino al extender también este comportamiento al resto del mundo.

El indicador de la actividad manufacturera global, elaborado por JP Morgan, acumuló cuatro meses consecutivos en zona de contracción, al ubicarse en 49.5 puntos en el pasado agosto. Este comportamiento hace crecer los temores de un enfriamiento mayor en la economía global, lo que puede ser la antesala de una recesión.

Un nivel por arriba de 50 puntos apunta a una expansión, mientras que por debajo señala un proceso de desaceleración.

"la debilidad del sector manufacturero está siendo generalizada a nivel global, lo que se está reflejando en una desaceleración económica en la mayoría de las regiones del mundo y llevando a los bancos centrales a adoptar, en su mayoría, un tono dovish" sostienen los analistas de Banorte.

Estados Unidos ingreso se convirtió en el último, por el momento, de los países que ingresan al 'club' de las naciones cuya actividad manufacturara pasó de la expansión a la contracción.

El ISM manufacturero en Estados Unidos se reportó en 49.1 puntos en el pasado agosto, el más bajó desde enero del 2016.

La industria manufacturera ya está técnicamente en una recesión en Estados Unidos, de acuerdo con una medida de la Reserva Federal de producción que disminuye en dos trimestres consecutivos.

De esta manera la actividad manufacturera en las dos principales económicas del mundo se encuentra en la ruta de la contracción, puesto que en China se había adelantado en este sentido a Estados Unidos.

El índice que mide el desempeño de las manufacturas en el gigante asiático, acumuló cuatro meses por debajo de la barrera de los 50 puntos, al reportarse en el pasado agosto en 49.5 puntos, de acuerdo con datos de Bloomberg.

"En nuestra opinión, el sector manufacturero seguirá débil debido a las tensiones comerciales entre EE.UU. y China y a la desaceleración económica global" sostienen los analistas de Banorte.

La actividad manufacturera también se encuentra en una zona de contracción en la zona euro y Japón. A este desempeño tampoco han podido escapar naciones como México.

En la medida que se prolonguen las tensiones comerciales entre Estados Unidos con naciones como China, crecerán las presiones de baja sobre la actividad manufacturera, haciendo crecer al fantasma de la recesión.

El enfriamiento económico global podría ser suavizado por políticas monetarias de apoyo instrumentadas por los bancos centrales, entre las que se encuentran menores tasas de interés, aunque hay dudas de que por sí solas puedan evitar una recesión.

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