Para estar en estándares internacionales, los fondos privados mexicanos deberán destinar cinco veces más de lo que hacen hoy a proyectos de infraestructura y energía, argumentó Mario Gabriel Budebo, director general de Mexico Infraestructure Partners.
Esto porque en el mundo el estándar de inversión en proyectos de este tipo es de entre 8 y 10 por ciento, pero en México sólo llega a un rango de 2 a 3 por ciento.
"Si vemos nosotros como están los cálculos debemos de estar en un 2 o 3 por ciento en las Afores y en los fondos destinados a infraestructura y energía, cuando en el mundo andan entre 8 y 10 por ciento sobre todo en los mercados más desarrollados", señaló Budebo.
Algunas de las ventajas que tendrían los fondos al invertir en estos segmentos en los que se están detonando nuevas oportunidades -en especial a partir de la reforma energética-, es la estructura que dan a los fondos y que sus tiempos no dependen de los ciclos económicos.
"Esto tiene todo el sentido porque es una inversión con muy baja correlación con el sector económico y que optimiza muy bien la estructura de los fondos; parecería que estaríamos viendo una convergencia hacia los mercados internacionales en los próximos cinco años", agregó Budebo.
Una de las maneras en las que se podrá hacer esta transición es dejar pensar solo en Pemex y en CFE como los clientes anclas de los proyectos, dijo Manuel Rodríguez, director general del fondo AINDA.
"La visión es totalmente al revés, traemos una inercia de querer hacer los proyectos que hacíamos antes, queremos hacer proyectos donde los flujos estén garantizados por Pemex y CFE, esas son transacciones del pasado; nosotros somos los que tenemos que tomar riesgos en conjunto con ellos, hacerles propuestas no solicitadas", afirmó Rodríguez.
En el panel "La Importancia de la Infraestructura y Energía en Portafolios Institucionales", parte del 12 Summit de Capital Privado de México de la Amexcap, Rodríguez apuntó que existen varios proyectos por miles de millones de pesos que no están en el mapa del sector.
Uno por ejemplo es qué hacer con las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que dejarán de estar en operaciones y que requieren 25 mil millones de dólares.
"Ahí nada más son casi 500 mil millones de pesos que nadie está viendo y que no sabemos que va a pasar con estas plantas que por Ley tienen que dejar de operar", señaló Rodríguez.
REFORMA NO VA PARA ATRÁS
En la mesa analistas públicos y privados insistieron en que la posibilidad de que se eche para atrás la reforma es mínima dado como fue constituida pero sobre todo por cómo ha avanzado en términos de inversiones.
"Va a ser verdaderamente complicado que se vaya para atrás, hay que revisar bien la cantidad de artículos que se reformaron hay 30 páginas sólo de transitorios, pero sobre todo los proyectos que ya están en proceso tienen cláusulas muy bien hechas", dijo Rodríguez.