Economía

Financiamiento al consumo tiene su peor caída en 10 años

Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs, señaló que a esto hay que agregar que la pandemia del COVID-19 puede endurecer las condiciones para obtener créditos.

El crédito vigente al consumo tuvo en mayo una contracción anual real de 4.2 por ciento, lo que representó la mayor caída desde agosto de 2010, cuando se registró una baja de 4.9 por ciento.

Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs, indicó este martes que esto es reflejo de la abrupta contracción de la economía esperada para este año a causa de la pandemia de COVID-19.

"Es probable que la fuerte contracción esperada de la actividad real en 2020 y el impacto relacionado en el mercado laboral reduzcan la demanda de crédito por parte de los hogares y, por el lado de la oferta, lleven a los bancos a endurecer los estándares de préstamos, volviéndose más exigentes en la creación de nuevos créditos dado el aumento del riesgo macro (desempleo)", explicó.

En tanto, el financiamiento para las empresas tuvo una desaceleración respecto al mes inmediato previo, pues en mayo aumentó 8.5 por ciento anual real, frente al incremento de 13.5 por ciento mostrado en abril.

Al respecto, Ramos comentó que esto se debe a que, especialmente las pequeñas y medianas empresas (PyMes) han recurrido al financiamiento para mantenerse a flote en esta crisis.

"El crédito al sector corporativo sigue siendo más boyante que otras modalidades de crédito dada la demanda de las empresas debido al golpe relacionado con los flujos de efectivo y, por el lado de la oferta de crédito, el efecto de las medidas del Banco Central para impulsar la liquidez y respaldar la originación del crédito, particularmente a las PyMes", agregó.

En general, el crédito vigente otorgado por la banca comercial aumentó 5.3 por ciento a tasa anual real en mayo, una desaceleración respecto al alza de 8.8 por ciento anual real vista en el mes previo.

El directivo de Goldman Sachs enfatizó que "las estrictas condiciones monetarias y la persistente aprensión con respecto a las perspectivas de política bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador parecen haber erosionado tanto la oferta de crédito de los bancos como la demanda de los consumidores y de las empresas".

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