En la esquina de calle Foothill y Citrus en Fontana, California Estados Unidos, un hombre se acerca a los carros que hacen alto, enseña una foto, luego los conductores de unos de los vehículos que esperan cruzar la calle, le entregan dos dólares. El dinero es para pagar el funeral de un mexicano que murió en el país vecino.
Cuando un migrante muere en Estados Unidos, es tradición que las familias o amigos, al no tener dinero, realicen una colecta para pagar los servicios funerarios. Algunos lo hacen lavando carros, pidiendo dinero en las esquinas o en las tiendas como el Cardenas Markets.
José camina tranquilo hacia la tienda. Entra. Compra leche, huevos y pan, paga con un billete de 20 dólares. El cambio, sin verlo, lo deposita en un bote que tiene pegada la foto de un hombre al que no conoce, pero que sabe que falleció y que su familia no tiene dinero para comprarle el ataúd y seguro tampoco para sepultarlo.
Desde hace años José Fernández, originario del estado de Sinaloa, vive en Ukiah, San Francisco, Estados Unidos. Él muchas veces ha cooperado para que los amigos o familiares de algún mexicano que fallece en el norte, puedan pagar el funeral.
Actualmente existen en México compañías aseguradoras que ofertan pólizas de vida y repatriación para quienes que se van a trabajar a Estados Unidos o Canadá. Este producto lo puede adquirir cualquier persona de 18 a 59 años, sin importar su condición legal.
Durante 2014 las ventas de estos seguros reportaron un crecimiento de 14 por ciento, muy por arriba del 3 por ciento registrado un año previo, según información de la empresa Grupo Servicios Especiales Profesionales, Agente de Seguros.
De acuerdo con información de esta compañía, propiedad de Gabriel Monterrubio Guasque, se estima que por cada mil mexicanos que mueren en Estados Unidos sólo 15 son repatriados, el resto en muchas ocasiones son enviados a la fosa común.
El principal motivo por el que las personas no realizan el traslado del cuerpo de un país a otro es la falta de dinero para pagar todo el trámite y la segunda razón, es el desconocimiento de los procesos jurídicos, dice Monterrubio Guasque, director de Grupo SEP.
Hoy en día se estima que trasladar un cuerpo desde Estados Unidos hacia México cuesta entre 5 mil y 10 mil dólares, dinero que muchas familias no tienen y entonces algunos mexicanos se van a la fosa común, mientras que para otros más se realizan cooperaciones como las que cuenta José.
De acuerdo con información del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) hasta el 2013 la población de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos ronda en los 11 millones 600 mil personas.
CRECERÁ OFERTA DE SEGUROS DE REPATRIACIÓN
Actualmente Telecomm-Telégrafos, una de las instituciones más importantes en cuestión de captación de remesas, se encuentra analizando la posibilidad de ofertar a través de sus sucursales, un seguro de vida y repatriación.
"Nosotros esperamos que más instituciones se interesen por vender estos seguros, por ejemplo que las entidades financieras que reciben la mayor parte de remesas, participen en la comercialización de estos productos", destaca Gabriel Monterrubio.
Algunas de las instituciones que venden este seguro en México son Banorte, Mapfre, Seguros Azteca y Grupo SEP, quien además de distribuir el producto en el país, tiene permiso para ofertar, desde Estados Unidos certificados de repatriación, a la población migrante.
El costo de la prima ronda entre 590 pesos y 730 pesos y tienen una suma asegurada mínima de 20 mil pesos y máxima de 60 mil pesos.
Con esta póliza, cuando la persona asegurada que se encuentra en Estados Unidos o Canadá, muera, una funeraria se hará cargo del cuerpo, lo embalsamará y proporcionará el ataúd. La póliza también contempla los trámites consulares, la gestoría ante autoridades migratorias y de sanidad, el pago de derechos, la transportación aérea del cuerpo a la entidad federativa donde se encuentre su familia y el traslado terrestre hasta la puerta de su domicilio.
En la actualidad Banorte es una de las empresas que tiene el mayor número de seguros de vida y repatriación, hasta el cierre del año pasado la cifra superó las 12 mil pólizas.
En Mapfre este seguro se vende principalmente a turistas, sin embargo también tienen colocaciones de este producto en la población mexicana que trabaja en Estados Unidos, destacó Juan Carlos Lanau, director general de México Asistencia.
En Seguros Azteca este producto cubre al asegurado desde el traslado hacia el país del norte; es decir desde que sale de su casa, si llega a fallecer antes de cruzar la frontera la aseguradora se hace cargo del traslado del cuerpo.