Economía

Energía eólica, la “esperanza” que no termina de convencer

A pesar de ser la fuente renovable con más desarrollo, empresarios dicen que se dejó a un lado en la reforma; también señalan que aún hay falta de confianza  por parte de la banca para financiar este tipo de proyectos.

CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de las perspectivas al alza, la energía eólica no termina por convencer a los empresarios en México, pues son proyectos difíciles de financiar y su costo de producción aún no puede competir con el gas.

El Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés) estima que a partir de la entrada en vigor de la reforma energética, se incorporarán dos mil megawatts (MW) de capacidad de generación al año, hasta que en 2022 se alcancen 20 mil MW.

México reportó el año pasado mil 917 MW en más de 15 años de que llegó esa tecnología.

El GWEC reveló que este año entrarán en operación seis parques eólicos en el país, de los cuales en sólo uno participa la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el resto son privados; todos ellos sumarán 714 MW adicionales, que representan un crecimiento de 37.2 por ciento respecto al cierre de 2013.

Sin embargo, aún existe una falta de confianza por parte de la banca para detonar más de estos proyectos, de acuerdo con empresarios. Miguel Ángel Alonso, director general de Acciona Energía México, dijo no sentirse cómodo con un mercado mayorista como el que se creará en México a partir de la reforma energética.

"Aún no se siente cómoda (la industria eólica) en un mercado mayorista porque la banca no financia estos proyectos por la falta de confianza y tenemos un mercado muy pequeño en México. En España se han generado más de 30 mil megawatts de energías limpias y tenemos un recorrido amplio para aportar a México", señaló.

Además de los obstáculos de la banca, Pablo Mulas del Pozo, director ejecutivo del World Energy Council en México, agregó que la energía eólica se enfrenta a retos como la intermitencia del viento que obliga a una mayor flexibilidad del despacho de centrales termo e hidroeléctricas, así como una mayor complejidad del control de las redes de transmisión.

"México tendrá que pasar por estos obstáculos si quiere emparejarse con los promedios de participación de la energía eólica, pues a nivel mundial queda detrás de los promedios globales", dijo.

INCENTIVOS NECESARIOS

Mientras que en el mundo la participación de energías renovables en la matriz energética en 2010 fue de 16 por ciento, y en América Latina de 33 por ciento, en México en el mismo año se alcanzó una participación de 10 por ciento, de acuerdo con datos de la Perspectiva de Energías Renovables 2013-2027 de la Secretaría de Energía (Sener).

Álvaro Lentz, presidente de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), fue enfático al pedir en entrevista con EL FINANCIERO un incentivo que permita competir.

"Definitivamente quedamos olvidados, necesitamos algún incentivo que nos permita competir con los costos, por ejemplo del gas natural, que sí, hay que decirlo, sigue siendo mucho más barato", señaló el ejecutivo.

A pesar de que la participación de la energía fotovoltaica es de 9 por ciento como porcentaje de la capacidad instalada de las energías renovables en México, el costo de la generación por esta vía sigue siendo mayor y por tanto es necesario incentivar la inversión en estos proyectos con otro tipo de instrumentos, mismos que no son mencionados en la reforma, ahondó el empresario.

LA RECETA

La Sener propondrá mecanismos de certificación de tecnologías limpias con el objetivo de hacer viables los proyectos de energía renovable, afirmó César Hernández Ochoa, subsecretario de Electricidad de la Sener.

"Estamos proponiendo un instrumento que se llama certificado de energías limpias, ése es un instrumento que se utiliza en muchos países, en varios estados de la Unión Americana, en Europa, en Asia, en América Latina y que fue un instrumento que resistió perfectamente bien las crisis financieras", dijo.

En entrevista, explicó que este esquema funcionará de tal manera que quien genere energía a través de recursos fósiles compre el certificado de quien la genere con recursos renovables.

"¿Cómo funciona? Muy sencillo, se impone una obligación al sistema de los consumidores de que un porcentaje de la energía que consuman sea generada por fuentes limpias, y si cada consumidor contrata su energía con alguien, que por ejemplo no tenga energía limpia, el que genere energía fósil tiene que comprarle certificados a alguien que la genere con energías limpias y ese tipo de intercambio hace que se vuelvan atractivos los proyectos de renovables", detalló.

Capacidad de generación

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