La confianza de los empresarios en la economía mexicana acentuó su tendencia a la baja durante febrero, ante las presiones inflacionarias y el bajo crecimiento, principalmente, lo que repercute en las intenciones de invertir.
El Índice de Confianza Empresarial (ICE) en el sector manufacturero cayó a su menor nivel desde 2009 y en el caso de los sectores comercial y de la construcción el indicador bajó a su más bajo escalón desde que hay registros disponibles, a partir de 2011.
Los factores que mayor desconfianza provocan entre los directivos son la situación de la economía en el presente y su perspectiva futura, que derivan en una negativa a invertir.
José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), refirió que esto es el reflejo de la volatilidad que se observa en los mercados financieros, particularmente por el tipo de cambio, las presiones inflacionarias que se han observado en los precios al productor y el crecimiento económico modesto, donde la parte industrial reportó un crecimiento nulo en 2016.
Impacto. El principal riesgo por el pesimismo de los empresarios se relaciona con el freno o posterga- miento de sus proyectos de inversión, que además del empleo tiene un impacto negativo sobre el crecimiento económico del país.
En este contexto, expuso los efectos que una baja en la confianza empresarial puede tener sobre la inversión fija bruta, afirmando que existe la posibilidad de que los gastos productivos durante los meses siguientes pudieran moderarse, aunque este indicador está focalizado a tres sectores, en cambio la formación de capital también contempla otras actividades económicas.
Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexica de la Industria de la Construcción (CMIC) destacó que efectivamente las perspectivas de inversión son a la baja. Por ejemplo, anticipó que para la inversión pública en infraestructura se estima una baja de 23 por ciento en relación a 2016. "El incremento de las tasas de interés inhibe la inversión privada y las inversión extranjera se frena debido al periodo de incertidumbre económica y financiera que estamos experimentando", añadió.
"La confianza empresarial es fundamental porque el 84 por ciento del valor agregado del país, es justamente por la actividad del sector privado", detalló de la Cruz. Destacó que conforme se debilita la confianza empresarial se corre el riesgo de que las inversiones también lo hagan y que el pilar fundamental del crecimiento económico, que es la actividad del sector privado.
El ICE registró el mayor descenso entre los empresarios de la construcción, donde en términos anuales reportó una pérdida en el índice de 7.6 puntos, para ubicarse en 39.4 unidades. Según cifras originales del Inegi, con este resultado la confianza del sector hila 26 meses en contracción.
En específico, los empresarios de la rama tienen importantes reservas sobre realizar inversiones en este momento. En este rubro el descenso fue de 13.3 puntos.
PESIMISMO EN COMERCIO
Para los comerciantes la confianza se deterioró en 5.6 puntos respecto a febrero de 2016, que además de representar el décimo mes en terreno negativo, figura como la mayor pérdida de confianza en cerca de año y medio.
Las expectativas para el desempeño futuro de la economía encabezan los puntos de mayor preocupación en el sector comercio. El panorama actual de la economía y las condiciones para invertir en la actualidad, son los siguientes elementos de mayor desconfianza.
Los industriales del sector manufacturero acumularon cinco meses de descensos en el ICE, la lectura más reciente del indicador apunta a una caída de cinco puntos.
Su percepción sobre la situación actual de la economía mexicana es el elemento que ha anclado su confianza de forma más significativa.
EXPECTATIVAS
Las expectativas de los directivos sobre el desempeño que prevén para su sector bajaron durante febrero. La perspectiva a futuro de los empresarios del sector comercial es la más pesimista, ya que se redujo por segundo mes consecutivo, en febrero 2.3 puntos frente al año pasado.
El panorama que se vislumbra desde el sector de la construcción reportó un deterioro de 1.2 puntos, dato con el que acumula prácticamente un año de variaciones en terreno negativo, sólo permaneciendo sin cambios en septiembre de 2016.
El desánimo entre los empresarios de la manufactura se acentuó en el mes, al caer ahora 0.4 puntos en el comparativo anual, con lo que hiló un semestre con resultados desfavorables.
