En el difícil inicio de año, la composición de portafolio de inversión tiende a ser mucho más personalizado para adecuarse a la tolerancia al riesgo del inversionista, pero si habría que definir qué tipo de instrumentos ponderar en las carteras sería la renta variable, señaló Nicolás Troillet, director de Banca Privada para México y a nivel Global de Credit Suisse.
En entrevista con El Financiero, el especialista descartó que exista un portafolio modelo para enfrentar el 2017 ya que cada perfil de cliente es diferente y todo está muy cambiante en el terreno de los mercados financieros. Sin embargo, advirtió que con tasas de interés más altas se afecta el costo de la renta fija.
"Yo creo mucho en la renta variable, mi portafolio es de puras acciones globales.
La renta fija hoy con el alza de tasas y con la expectativa de mayor inflación, ayudará a impulsar al mercado accionario por lo que yo me iría mucho más a renta variable diversificada según las economías y los sectores", mencionó.
Explicó que hoy no se invierte como se hacía hace cinco años, además de que no existe un portafolio ideal y menos ahora cuando la volatilidad se ha instalado en los mercados.
"La forma de invertir se ha transformado de cómo se hacía hace cinco años, el perfil del cliente con su nivel de tolerancia al riesgo debe tenerse más claro y es mucha táctica, un 30 por ciento del valor de la asesoría descansa en esta parte, que es la que permite hacer la diferencia", dijo.
Ante esta necesidad de apoyar al inversionista, Credit Suisse abrió la oficina de Asesoría de la Banca Privada, que trabajará de manera coordinada con el área de Gestión de Activos y Banca de Inversión para alcanzar el objetivo de "llegar en los próximos 3 años a figurar en el Top 3 de la Banca Privada en México", según el directivo.
La experiencia de Nicolás Troillet como director de Banca Privada para México y a nivel Global de Credit Suisse, lo hace identificar entre las características propias del inversionista mexicano, su gusto por la renta variable del mercado local pero aseguró que hay oportunidades tras la frontera y es ahí en donde el nuevo servicio de asesoría podrá apoyar al inversionista.
"Hay clientes más sofisticados, que buscan otros instrumentos en el capital privado y los fondos de cobertura, que no existen en el mercado local y con esta asesoría podemos dar un servicio más completo al cliente", señaló.
Como su mayor ventaja en banca privada expuso factores como la independencia y la arquitectura abierta que permite integrar productos de otras firmas; al no ser un banco de primer piso, su cliente objetivo en México es con los inversionistas con alta riqueza neta y a través de esta nueva oficina integrará las fortalezas de la firma en el campo de la banca de inversión y gestión de activos para posicionarse entre los tres primeros en banca privada.
Hoy, reconoció el directivo, su gran competidor en banca privada es Bancomer y respecto a otros bancos extranjeros carecen de presencia física, en tanto que a J.P. Morgan no lo consideran competencia por estar dirigido a un nicho más cerrado.