Economía

COVID-19 lleva a la economía de Alemania a su peor contracción en más de una década

En los primeros tres meses de este año, el Producto Interno Bruto de la economía más grande de la zona euro cayó 2.2 por ciento.

La economía alemana se contrajo 2.2 por ciento en el primer trimestre de 2020, la mayor caída en más de una década, ofreciendo una muestra del daño causado por la pandemia del nuevo coronavirus.

Menos de dos semanas de cuarentena causaron caídas en el gasto del consumidor y la inversión de capital. El gasto público y la construcción dieron cierta estabilización a la economía alemana.

Una caída de 3.8 por ciento en la economía de la zona del euro provocó una disminución del empleo, la primera desde 2013.

Una revisión del desempeño del PIB alemán en el cuarto trimestre de 2019 reveló que la economía más grande de Europa ya está en recesión. Dado que las restricciones para contener la pandemia se están levantando lentamente, la economía sufrirá mucho más hacia junio.

El euro y los bonos alemanes apenas reaccionaron a los datos. La moneda única se negocia con pocos cambios desde el día anterior.

El gobierno alemán ya ha movilizado 1.2 billones de euros (1.3 billones de dólares) para apoyar a las empresas alemanas, y está trabajando en herramientas adicionales para impulsar la economía.

Más de 370 mil personas perdieron sus trabajos solo en abril, y un programa con el cual el Estado compensa grandes partes de los salarios perdidos cuando las empresas reducen las horas de trabajo ha recibido solicitudes para más de 10 millones de empleados.

El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, prometió el jueves un programa de estímulo para principios de junio que se centrará en invertir en un "futuro moderno y favorable".

Aunque la situación es grave, a Alemania no le está yendo tan mal como al resto de la zona euro. Francia, Italia y España han registrado contracciones en el primer trimestre de 2020 de alrededor de 5 por ciento. La economía de los Países Bajos se contrajo 1.7 por ciento.

Esto se debe en parte a que las medidas de contención alemanas fueron relativamente leves y solo entraron en vigencia el pasado 23 de marzo, más tarde que en otros países. También influyó la dependencia de la economía de Alemania en la manufactura y el comercio, sectores que han resistido la crisis un poco mejor que las industrias de servicios y turismo que son dominantes en el sur de Europa.

Las proyecciones para Alemania, así como para la zona del euro, son muy inciertas y dependen en gran medida de cómo se desarrolle el brote del virus SARS-CoV-2. La economía más grande de la región está en camino a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la Comisión Europea pronostica una disminución en la producción de 6.5 por ciento para este año.

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