Economía

Donald Trump se 'olvidó' de golpear a Wall Street

El presidente electo de Estados Unidos dejó atrás sus feroces críticas a los banqueros y ha recurrido a ellos en la formación de su gabinete.

El administrador de fondos de cobertura Whitney Tilson se sentía feliz el miércoles de la semana pasada.

Después de que Donald Trump ridiculizó a Wall Street durante la campaña electoral, el presidente electo designó al ex ejecutivo de Goldman Sachs Group, Steven Mnuchin, como su secretario del Tesoro y al inversionista multimillonario, Wilbur Ross, para estar a la cabeza del Departamento de Comercio.

Trump incluso se reunió con Gary Cohn, presidente de Goldman Sachs, dentro de su Torre Trump.

A Tilson no le caería nada mal que los electores que respaldaron a Trump por haber prometido poner freno a Wall Street estuvieran furiosos ahora que se está rodeando de banqueros y multimillonarios.

"Puedo regodearme con eso – creo que Donald Trump los estafó", dijo Tilson, quien dirige la firma Kase Capital Management. "Me preocupaba que fuera a cometer locuras que destruyeran el sistema. Por eso el hecho de que esté escogiendo a personas de adentro del sistema es algo bueno".

Si Mnuchin se convierte en secretario del Tesoro, será el tercer exintegrante de Goldman Sachs en tres décadas que obtiene este puesto.

Mientras Trump deja de usar a Wall Street como saco de boxeo y comienza a usarlo como campo de entrenamiento, las acciones de los bancos se disparan y los ejecutivos e inversionistas suspiran de alivio. A ellos no les preocupa demasiado la furia de los votantes de Trump.

Mnuchin, de 53 años, hijo de un socio de Goldman Sachs, tuvo un gran desempeño en las instituciones de las que Trump se burló durante la campaña.

Fue admitido dentro de la sociedad secreta Skull and Bones (Calavera y Huesos) en la Universidad de Yale, se unió al banco y se convirtió en un importante ejecutivo, manejó un fondo de cobertura e invirtió en éxitos de Hollywood.

Cuando vio escenas de noticieros en las que los clientes hacían filas afuera de una sucursal del banco californiano IndyMac para intentar sacar su dinero en el 2008, él vio una oportunidad.

"Ya he visto este juego antes", recuerda haber dicho en una entrevista anteriormente este año. "Este banco terminará fracasando, y necesitamos pensar cómo comprarlo".

Mnuchin reunió a multimillonarios, incluyendo a George Soros y a John Paulson, y organizó una oferta por mil 600 millones de dólares para comprar IndyMac.

Lo renombraron OneWest y vendieron el banco en agosto del 2015 por 3 mil 400 millones de dólares. Este realizó más de 36 mil embargos durante el reinado de Mnuchin, de acuerdo con la organización sin fines de lucro California Reinvestment Coalition, la cual acusó a OneWest de prácticas de embargo deficientes y de evitar hacer negocios en vecindarios con mayorías negras o latinas, acusaciones que el banco ha negado.

Tim Pawlenty, ex gobernador de Minnesota, un republicano que dirige el grupo cabildero bancario Financial Services Roundtable, cree que toda la furia por el pedigrí de Mnuchin desaparecerá si él hace bien su trabajo. "Si esos resultados son muy buenos para los estadounidenses comunes y corrientes, será 'misión cumplida'", afirmó Pawlenty. "El foco de atención del público pronto cambiará".

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