El aroma de la fatalidad está volviendo al mercado chino de bonos de Gobiernos locales.
El jueves S&P Global Ratings efectuó la primera rebaja de un vehículo de financiamiento de gobierno local (LGFV, por sus siglas en inglés) de la historia, por el alto nivel de endeudamiento de la ciudad en la provincia de Jiangsu.
Los operadores y los analistas también están inquietos: 18 de 29 entrevistados en una encuesta de Bloomberg News dijeron que preferirían comprar deuda corporativa antes que bonos LGFV.
"Ahora, no podemos comprar bonos LGFV con los ojos cerrados", dijo Deng Rui, director de inversiones en renta fija de Changjiang Securities Co.
Para muchos inversionistas la deuda simboliza los excesos del país tras la crisis financiera global, cuando los municipios utilizaron los instrumentos como una forma de cubrir baches de financiamiento.
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