Economía

Historias de desempleo: lo despiden por WhatsApp... y sin pagarle liquidación

Humberto Lizardi, un joven publicista de 24 años de edad, cuenta que no recibió su finiquito, su patrón apenas le pudo pagar la última quincena.

Para Humberto Lizardi todo pasó en un abrir y cerrar de ojos la segunda semana de abril de 2020. La agencia de publicidad digital para la que trabajaba se quedó sin su cliente principal: un miércoles su jefe le avisó por WhatsApp que sería despedido y dos días después, el viernes, fue su último día laboral.

Humberto entró en pánico por la forma en que se dio el despido. Encima de eso, el joven publicista de 24 años de edad cuenta que no recibió liquidación, su patrón apenas le pudo pagar la última quincena.

"Sí me enojé, sí me molesté, yo sabía que nada de lo que pasó era formal, pero decidí darle la vuelta a la página porque realmente dije 'esto no me va a dejar nada', entonces me empecé a mover", cuenta.

Humberto comenzó a laborar en diciembre de 2019 en la agencia de publicidad La Nacional, cuyo cliente principal era Grupo Salinas. Ésta empresa enviaba información publicitaria a otras agencias regionales, y el trabajo de Humberto y sus colegas era 'tropicalizar' dicha información para Jalisco.

Grupo Salinas era la firma que básicamente pagaba la nómina de la agencia, pero llegó la pandemia en marzo y dejaron de contratarlos.

"Mi jefe nunca previno esta situación... fue de un día a otro que dijo 'ya perdí la cuenta y les voy a alcanzar a dar una quincena, pero no les voy a dar finiquito ni nada", recuerda Humberto.

Como todo sucedió tan rápido −narra− su jefe le avisó por WhatsApp que quedaba despedido; ya no se pudo concretar la junta donde finalizarían la relación laboral.

"Nos avisó por WhatsApp, no fue nada formal esto, nos dijo un miércoles y el viernes ya era nuestro último día para recoger nuestro dinero", relata.

Humberto ríe al recordar cómo fue su despido, sobre todo porque dice que su patrón le pidió la laptop del trabajo con el argumento de que iba a vender la computadora para pagar las últimas quincenas de la nómina. "Yo dije, okeeey, pero dando y dando, te doy la laptop, pero me pagas mi quincena".

Humberto señaló que lo más difícil al quedar desempleado por primera vez desde que egresó de la universidad hace 5 años, fue encontrarse con un mercado laboral con salarios muy bajos en vacantes para publicistas con la experiencia que él tenía, pues en La Nacional ganaba 15 mil pesos mensuales "libres", pero los empleos que encontró ofrecían 5 mil 500, 6 mil o 7 mil pesos al mes.

"Mega me dio el bajón porque dije '¡chale!, estoy tratando de crecer', una parte de mi dijo: si no encuentro nada pues voy a agarrar una chamba de esas" pues debía seguir cubriendo sus gastos.

Al final, sigue en la publicidad, pero de forma independiente. Hoy afirma que su salario es de mínimo 13 mil pesos y hasta dice, entre risas resignadas, que se unió al SAT para poder facturar.

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