Economía

Depreciación del peso aún no se refleja en deuda de empresas: BBVA Bancomer

En su estudio, Situación  Banca, la institución española destaca que el reciente periodo de depreciación del peso frente al dólar no ha tenido un efecto generalizado sobre el endeudamiento neto o la rentabilidad de las empresas, aunque es importante contar con mayor información.

Pese a que la depreciación del peso frente al dólar no ha tenido un efecto generalizado sobre el endeudamiento neto o la rentabilidad de las empresas, un pequeño grupo enfrenta dificultades pero aún no se traslada hacia el sector bancario mexicano.

Sin embargo, hacia el futuro es importante contar con información pública más detallada que permita monitorear e identificar oportunamente deterioros mayores, advirtió Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.

Durante la presentación del estudio Situación Banca, explicó que la depreciación sufrida por el peso, no representa un riesgo sistémico, y mucho menos para las familias o empresas que tienen deudas en dólares, ya que estás reciben también ingresos en esa divisa.

"El tipo de cambio no ha afectado variables macroeconómicas, en el pasado el tipo de cambio, si afectaba la inflación, porque en el pasado había un banco central que no era independiente, que financiaba déficit público y ahora eso no ha ocurrido".

Si bien, las empresas en el sector energético, telecomunicaciones y de salud, la volatilidad en el tipo de cambio los deja más expuestos, no hay aún señal de alerta sistémica por este hecho.

En el reporte se indica que "el endeudamiento en moneda extranjera de empresas mexicanas tuvo una importante expansión en los últimos años y el entorno actual de depreciación del tipo de cambio ha tenido efectos negativos sobre sus fundamentales. Aunque el efecto no constituye un riesgo sistémico, sí se observa un mayor riesgo de deterioro en ciertas empresas".

Acerca del desempeño del crédito en México, explicó que entre enero y noviembre de 2015 el crédito vigente al sector privado creció a una tasa anual real promedio de ocho por ciento, casi el doble de la tasa promedio observada durante todo el 2014, que fue de 4.2 por ciento.

En los tres segmentos de financiamiento, para empresas, vivienda y consumo, se registró una marcada recuperación durante 2015, principalmente en el segundo semestre.

El crédito a empresas fue el segmento que tuvo el mayor ritmo de expansión, con una tasa de crecimiento promedio de enero a noviembre de 10.1 por ciento real anual, la más alta para un mismo periodo desde 2008, cuando se registró un incremento de 24.1 por ciento.

El segundo segmento de mayor crecimiento fue el crédito a la vivienda, con un incremento promedio de 8.4 por ciento real anual, la mayor para un mismo periodo desde 2010 cuando alcanzó el 10 por ciento. El crédito al consumo se dinamizó a un ritmo de 4.1 por ciento, también en términos anuales; aunque tuvo un comportamiento más favorable que en 2014, se encuentra por debajo de lo observado en años anterior, indicó el reporte.

El informe "Situación Banca" enfatiza que parte del desempeño del crédito durante 2015 puede atribuirse a la mejora de la demanda interna, el crecimiento del empleo formal y el entorno de baja inflación que favoreció el poder adquisitivo de los hogares y les permitió tomar montos de crédito mayores.

Sin embargo, el dinamismo del crédito fue mayor que el ritmo de crecimiento de la economía, lo que sugiere que existieron otros factores que influyeron en el comportamiento del crédito durante el año.

Entre ellos se encuentran la depreciación que ha sufrido el tipo de cambio, que tiene un efecto de revaluación positivo, y la posible sustitución de deuda denominada en moneda extranjera por deuda en moneda nacional por parte de empresas mexicanas. Ambos contribuyeron a acelerar el ritmo de crecimiento de la cartera a empresas durante 2015.

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