Economía

¿Cuál es el panorama de la cuenta corriente de México? Esto considera Goldman Sachs

El economista de la firma, Alberto Ramos, hizo un análisis sobre los factores que afectan el financiamiento de la cuenta, como la incertidumbre sobre políticas gubernamentales.

México se enfrenta a riesgos crecientes para financiar su déficit de cuenta corriente debido a que el débil crecimiento y la incertidumbre sobre las políticas gubernamentales desalientan la inversión extranjera, según Goldman Sachs.

El economista de Goldman Sachs, Alberto Ramos, advirtió que el país se expone a una conmoción que podría afectar su capacidad de atraer inversión extranjera directa y entradas de capital en sus mercados de activos.

"La balanza de pagos mexicana se mantiene sólida, pero los riesgos de la cuenta de capital están aumentando", escribió Ramos en un informe.

"Las perspectivas para la IED están influenciadas por la débil perspectiva de crecimiento, las políticas de carácter interno y centradas en el Estado (particularmente en la minería y los sectores fundamentales de petróleo y gas) y un marco regulatorio incierto y más estricto".

Es probable que las inversiones de cartera de la cuenta de capital sigan siendo modestas debido a la incertidumbre sobre las políticas gubernamentales y la expectativa de una perspectiva de crecimiento suave, agregó Ramos.

Goldman emitió su advertencia tras la reducción del déficit de cuenta corriente del país a su nivel más bajo desde 1987. Es probable que se amplíe ligeramente este año, aunque este es un riesgo menor que los problemas del país para atraer capital, escribió Ramos.

La medida del comercio neto del país se redujo al 0.2 por ciento para 2019, dijo el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, por Twitter.

Aun así, los analistas de firmas como ING Financial Markets o Natixis North America mencionaron que la caída no es necesariamente un motivo de celebración, ya que se debe en gran medida a la debilidad de la demanda interna y la desaceleración de las importaciones, particularmente en bienes de capital clave.

El nivel de importaciones de bienes de capital o equipo en México cayó 8.9 por ciento, el mayor descenso desde 2009. Los bienes de capital, que incluyen activos tangibles utilizados para producir otros bienes, como maquinaria y equipo, son un indicador de la voluntad de las empresas de invertir a largo plazo.

"La caída de la demanda interna, específicamente el colapso de la inversión, fue un motor principal para la mejora de la balanza comercial", destacó Gustavo Rangel, economista jefe para América Latina de ING en Nueva York.

"La economía mexicana carece de estímulo político. Dadas las restricciones fiscales vinculantes y la estricta política monetaria, la estrategia de crecimiento de México sigue siendo difícil de discernir".

Las relaciones entre el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la comunidad empresarial son inciertas desde que el presidente canceló el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) por las objeciones de los tenedores de bonos incluso antes de que éste asumiera el cargo.

El primer año de López Obrador en la Presidencia se caracterizó por la contracción del crecimiento económico y la inversión.

"El bajo déficit en cuenta corriente, en este caso, no es algo bueno", expuso Benito Berber, economista jefe para América Latina de Natixis en Nueva York.

"El panorama general es negativo. El crecimiento es bajo debido a la falta de inversión, lo que también redujo enormemente las importaciones intermedias no petroleras y de capital".

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