El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró su quinta caída consecutiva en junio, con una variación anual en terreno negativo de 1.8 por ciento.
A partir de febrero la confianza de los consumidores ha estado en franco descenso, afectada principalmente por la percepción negativa que los consumidores tienen tanto de la situación económica de su hogar como la del país en general, según datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportados este viernes.
Durante junio, la perspectiva de los consumidores sobre la situación económica para el país en los próximos 12 meses fue el elemento con mayor pérdida, con un descenso de 7.4 por ciento anual. Este reglón logró acumular un año de descensos con el dato observado al cierre del primer semestre.
De igual manera, la forma en la que los hogares perciben la situación actual de la economía, comparada con el año pasado, retrocedió por quinto mes consecutivo, esta vez 5.7 por ciento.
Otro de los elementos que mermaron el sentimiento de confianza de los consumidores es que éstos esperan que la situación económica de su hogar se deteriore para el próximo año, por lo que la calificación para este rubro se contrajo dos por ciento por décima ocasión.
Sin embargo, las variables que apuntan al consumo de bienes y servicios en los hogares se mantienen con alto crecimiento.
Por ejemplo, las posibilidades de los miembros del hogar para salir de vacaciones durante los próximos 12 meses se incrementaron a su mayor ritmo desde febrero de este año, con un alza 16 por ciento anual.
Además, las posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos también revelaron un aumento de doble dígito, con una variación anual de 13.1 por ciento.
Otro punto relevante es que los consumidores que declararon tener actualmente más posibilidades que el año anterior para adquirir ropa, calzado o alimentos, crecieron 5.5 por ciento.