Economía

¿Cómo se pagará el nuevo aeropuerto?

Los fondos para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se obtendrán a partir de una combinación de flujos excedentes del actual aeródromo y la emisión de bonos de deuda pública.

El nuevo aeropuerto capitalino será financiado en 55 por ciento con los flujos que hoy genera el actual AICM, que ascienden a 8 mil 300 millones de pesos al año, y en 45 por ciento con la colocación internacional de bonos del propio Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, reveló Federico Patiño, responsable financiero del proyecto.

Esto no implicará nuevos aumentos del TUA ni contratación de deuda pública.

Una vez que se realice la emisión de deuda en los mercados financieros será refinanciada a 30 años, detalló Patiño.

"La idea es que el esquema de financiamiento no constituya deuda pública para no presionar las finanzas públicas del país", comentó.

En entrevista, el exdirector del Fondo Nacional de Infraestructura indicó que sólo la primera etapa del proyecto, que tomará para su construcción de 4 a 5 años, supondrá una inversión de 10 mil millones de dólares, de los cuales, 6 mil millones se captarán de los mercados financieros y los 4 mil millones restantes provendrán de recursos públicos y de la actual operación.

La primera emisión por mil millones de dólares se realizará en breve, aunque no precisó la fecha. Y el siguiente año se harán otras.

"La primera es la masa más fuerte. Después vendrán subsecuentes emisiones, se va a ir construyendo en la medida en que se incremente el aforo de pasajeros, entonces la primera etapa va a llegar a niveles de 50 a 55 millones de pasajeros", dijo Patiño.

Una vez que se llegue a los 50 millones de pasajeros, arrancará la segunda etapa del proyecto, en donde se hará una pista adicional a las tres primeras y se incrementará el tamaño de la infraestructura de la torre de control, adelantó.

Así irán las etapas, hasta que al final, en el año 2060, se tengan seis pistas para atender a 120 millones de pasajeros, afirmó.

El proyecto arquitectónico, anunciado ayer por el presidente Enrique Peña Nieto, lo desarrollará el consorcio de los despachos de Norman Foster y Fernando Romero.

Además del proyecto estrictamente aeroportuario, se elaborarán en paralelo obras hidráulicas que aumentarán en mil hectáreas la superficie lacustre. También nuevas áreas verdes que podrían llegar hasta 800 hectáreas.

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