Si uno camina por dos de las más grandes ciudades de China verá elevados precios en los centros comerciales exclusivos con marcas globales y productos más accesibles en mercados, así como zonas populares con una situación menos acomodada en la periferia de las urbes, donde el metro cuadrado de las viviendas llega a costar en promedio 10 mil dólares, como ocurre en Beijing.
La nación asiática ha conseguido avances en el aumento del ingreso y la reducción en la pobreza con la apertura paulatina de la economía, aunque enfrenta el reto de alcanzar el equilibrio entre desarrollo económico, medio ambiente y las políticas sociales que proporcionen alimentación, salud, vestido, transporte y empleo a más de mil 300 millones de seres humanos.
Aun así, en sólo cinco años el gobierno chino tiene la meta de sacar a 55 millones de personas de la pobreza, es decir, a quienes ganan dos dólares diarios.
Guo Chunli, integrante de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma del gobierno de China explicó que en 2020 se consolidará una "sociedad modestamente acomodada" al sacar a millones de personas de la pobreza mediante una serie de medidas previstas en la 13° Planeación Quinquenal.
Para ello pretenden trasladar la mano de obra rural a las ciudades, es decir, mudar a los más pobres a ciudades más convenientes para la vida, y desarrollar sectores con características específicas para cada zona del país.
"Además, se aumentará la oferta de servicios básicos como la educación obligatoria, los servicios de empleo, la seguridad social y atención médica", indicó Chunli.
Combate frontal
Así, a 25 millones de personas pobres el gobierno las trasladará a las zonas urbanas para que puedan trabajar en diferentes industrias.
"Normalmente —estas personas laboran— en empresas intensivas en mano de obra, porque suelen tener baja capacitación, pero sus hijos podrán recibir mejor educación y la segunda y tercera generación podrá tener las mismas oportunidades de empleo que las personas de zonas urbanas", expuso Lai Hairong del Buró Central de Recopilación del gobierno de China.
Otras 25 millones de personas viven en zonas montañosas, por ello, el gobierno las trasladará a los lugares cercanos a las ciudades, donde hay mejores condiciones y oportunidades.
Igualdad de ingreso, otra meta pendiente
Otro reto importante para China es reducir la distancia que hay entre ricos y pobres.
"Para reducir la desigualdad entre zonas hace falta impulsar más la urbanización y la industrialización", dijo Lai Hairong del Buró Central de Recopilación del gobierno de China.
Para los siguientes próximos 15 años la meta de China es trasladar 15 por ciento de la población rural a las ciudades.
La tasa que mide la desigualdad más baja es de 0.40 por ciento, "que supera el límite de la estabilidad social", dijo.
En China hay tres niveles de desigualdad: entre estratos, entre las zonas urbanas y rurales, y entre las regiones del país —siendo el este, o la costa, la más rica—.
En cuanto a la desigualdad entre estratos, la nación asiática establece un salario mínimo y la garantía de vida mínima.
Las medidas concretas son desarrollar la zona central y occidental mediante beneficios fiscales para empresas que establezcan sus fábricas en estas zonas para estimular el crecimiento.
Así como organizar cursos de formación y capacitación para la Población Económicamente Activa y así tenga más conocimientos y encuentre un empleo mejor, expuso Guo Chunli, de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma del gobierno de China.
