Las exportaciones mexicanas a América Latina acumularon un saldo de 15 mil 554 millones de dólares de enero a agosto de 2015, un decremento de 9.2 por ciento que representa la caída más fuerte desde 2009, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).
Al resto del mundo, las exportaciones mexicanas registraron un total de 252 mil 390 millones de dólares al mes de agosto, lo cual describe una caída de 2.8 por ciento a tasa anual.
De ese monto, las exportaciones que tuvieron como destino países latinoamericanos concentraron 6.2 por ciento del total vendido en el exterior.
Lo anterior ocurre en un marco de ajustes a la baja para el crecimiento de la región este año, según dio a conocer en fechas recientes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo estimó un decremento del Producto Interno Bruto (PIB) real de América Latina y el Caribe de 0.3 por ciento para este año. Además proyectó un crecimiento marginal de 0.8 por ciento para el año próximo.
Para México, el FMI emitió una perspectiva de crecimiento del PIB de 2.3 por ciento anual en 2015, mientras que para países como Brasil y Venezuela los pronósticos se adentraron en terreno negativo, ya que se esperan contracciones de 3.0 y 10.0 por ciento, respectivamente.
México reportó exportaciones a Brasil por 2 mil 833 millones de dólares de enero a agosto de este año, mientras que hacia Venezuela las ventas de mercancías mexicanas registraron un total de 928 millones de dólares.
De este modo, las exportaciones a estos países descendieron 14.2 y 13.2 por ciento de forma anual, respectivamente. Con ello, se acumulan tres años de caídas consecutivas en las exportaciones con destino a Brasil y a Venezuela en periodos similares.
Tan sólo en el octavo mes, las exportaciones a Paraguay, Brasil, Bolivia y Colombia reportaron retrocesos superiores a 20 por ciento en el transcurso de un año.
Reportes del FMI destacan que las expectativas de crecimiento que se vislumbran para la región latinoamericana fueron especialmente afectadas por el panorama económico deteriorado de unas pocas grandes economías que atraviesan por serias dificultades internas.
Al tiempo que, otros países del bloque continúan manifestando ciclos de desaceleración económica ante ajustes de un entorno global mucho menos favorable que lo que se contemplaba en años pasados.