Economía

Brasil brilla en medio del desplome de emergentes por la elección de Trump

Mientras el peso se mantiene presionado por la incertidumbre en torno al próximo gobierno de los Estados Unidos, el real se convirtió en una opción atractiva para los inversionistas, paradójicamente por ser una economía relativamente cerrada.   

La inesperada victoria de Donald Trump en la elecciones presidenciales de Estados Unidos puede ser una bendición disfrazada para Brasil, porque su agenda de reformas fiscales y su poca dependencia en el comercio exterior pueden atraer a inversionistas que se alejan del vulnerable mercado mexicano.

Los mercados emergentes han caído desde las elecciones estadounidenses del 8 de noviembre por temor a que los recortes de impuestos y un plan de inversión en infraestructura del nuevo gobierno empujen a la Reserva Federal (Fed) a subir más agresivamente sus tasas de interés, con el potencial de atraer a los capitales que buscan altos rendimientos más seguros que en un mercado en desarrollo.

A muchos les preocupa además un posible golpe al comercio mundial, si es que Trump cumple sus compromisos de campaña de revisar acuerdos comerciales.

El real brasileño perdió 8.2 por ciento de su valor en los cuatro días tras los comicios, la segunda moneda con peor desempeño detrás del peso mexicano. Pero desde entonces, el real se ha estabilizado cerca de los 3.40 reales por dólar.


Los inversionistas dicen que el optimismo por la agenda de reformas del presidente Michel Temer ha aumentado la inversión extranjera directa hacia Brasil, dejándolo menos expuesto a la volatilidad del mercado tras el triunfo de Trump.

La economía de Brasil, relativamente cerrada y con su calidad de exportador neto de petróleo, se convierte en una alternativa atractiva frente a México, que vende alrededor del 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos.

Las preocupaciones por el presupuesto mexicano y su economía han ensombrecido también el panorama del que fue uno de los mercados favoritos de los inversores.


Muchos capitales se han estado moviendo desde México hacia Brasil al menos desde julio, según un sondeo de la agencia Reuters a gestores de fondos, una tendencia que puede acelerarse en los próximos meses.

Steve Tananbaum, fundador de GoldenTree Asset Management, dice que se siente bastante inclinado por Brasil y Argentina, donde gobiernos de derecha han asumido con agendas de reformas promercado.

"Sus monedas bajaron abruptamente, pero creemos que hay cambios positivos ocurriendo", dijo. "Políticamente, ambos han tenido cambios de liderazgos a gobiernos procrecimiento".

BRASIL vs ARGENTINA

Incluso tras el reciente desplome, el real brasileño y el peso argentino siguen entre los activos con mejor desempeño del año, apoyados en políticas de los presidentes Temer de Brasil y Mauricio Macri de Argentina.

Ambos sucedieron a gobernantes de izquierda que intentaron estimular la economía con gasto público y medidas intervencionistas.

Los esfuerzos para ordenar las finanzas públicas han interesado a los inversionistas, pero la economía de Brasil, que produce unos dos billones de dólares al año, aún debe recuperarse de la más grave recesión en décadas.


Años de proteccionismo han reducido la dependencia de ambas economías en el comercio exterior, lo que las protege de posibles golpes externos.

Aún así, Argentina sigue siendo vulnerable a los movimientos repentinos de capital tras retornar sólo recientemente a los mercados internacionales de deuda, luego de años de disputas legales, dijeron inversionistas.

"Si hay una aversión generalizada al riesgo que evite que Argentina entre a los mercados y consiga los fondos que necesita, entonces Argentina se vuelve vulnerable", dijo Siobhan Morden, jefe de renta fija latinoamericana de Nomura Securities.

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