Economía

Autos y computadoras pagarían muro de Trump

Si el gobierno de EU impone el 20% de impuestos a los autos, motores, camiones y electrónicos que se fabrican en México, sumaría 19 mil millones de dólares únicamente en pago de aranceles.

Los autos, motores, camiones y artículos electrónicos fabricados en nuestro país, serían los productos que cargarían con la mayor parte del muro fronterizo en caso de que Donald Trump logre gravar 20 por ciento las importaciones provenientes de nuestro país.

Al analizar las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, la industria automotriz se lleva más del 30 por ciento de las ventas, pues según datos del Censo estadounidense del 2015, el último disponible, sólo las autopartes, los camiones y los autos sumaron un valor de 95 mil 486 millones de dólares de los más de 296 mil millones que se exportaron en total al vecino del norte.

Si el impuesto de 20 por ciento que Trump quiere imponer se aplicara a estas cifras, en conjunto, el gobierno estadounidense se haría de 19 mil millones de dólares sólo por el pago de aranceles que en buena parte serían impuestos a empresas estadounidenses.

En específico, General Motors podría ser la más afectada pues entre enero y noviembre del 2016 esta empresa fue la que más unidades exportó a Norteamérica con casi medio millón, región en la que Estados Unidos se lleva el 92 por ciento de las exportaciones mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

En tanto, los aparatos electrónicos como computadoras, celulares y pantallas, entre otros, no se quedan atrás pues ese mismo año acumularon ventas por más de 75 mil millones de dólares, o 25 por ciento de las exportaciones totales. Aquí las empresas afectadas serían asiáticas como Samsung o Foxconn.

"Todos estos productos son los que mayor penetración tienen en el mercado norteamericano que serían afectados de manera directa", dijo Manuel Valencia, director del programa de negocios internacionales del Tec de Monterrey campus Santa Fe.

Sin embargo, más allá de destacar a las empresas más afectadas, Valencia advierte que al final, quien deberá pagar ese impuesto es el consumidor estadounidense.

"Este impuesto no se lo comen los fabricantes", afirmó.

También lee: