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Los requerimientos para enfrentar la pandemia necesitan de una respuesta mucho más flexible de parte del joven gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, antes de que se perjudique más las perspectivas de inversión y la estabilidad financiera del país de forma permanente, señaló el economista en jefe para México de JP Morgan, Gabriel Lozano, en una nota enviada a clientes el día de hoy.
"El enfoque rígido de política que se tiene es perjudicial para las perspectivas de inversión y la estabilidad financiera, si estas no cambian pronto, el daño económico relacionado con la pandemia podría dañar permanente el crecimiento", escribió Lozano en el documento.
El economista, que hace referencia a la transición económica y política en el país en el documento, reconoce que la perspectiva de inversión en México había disminuido incluso antes de la transición de diciembre de 2018, pero la pragmática agenda de austeridad de la actual administración donde se expande el rol del Estado en la economía como motor del crecimiento, tampoco ha tenido los resultados esperados y se percibe como regresiva entre los inversionistas.
La ineficiente forma de gastar en proyectos de infraestructura y programas ha presionado al gobierno a recortar el gasto en áreas esenciales como la educación, la ciencia y el cuidado a la salud. Pero aún peor, estos recursos no se han utilizado y se justifica su falta de ejercicio con austeridad fiscal.
De acuerdo con Lozano, la austeridad no es la receta idónea para enfrentar el COVID-19 y si las políticas de la administración ya habían sido una fuente de preocupación durante 2019, la falta de apoyo a los negocios y ciudadanos al inicio de la pandemia exacerba el sombrío panorama, contrario a lo observado a lo largo del mundo, situación que retrasaría la recuperación económica.