El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM) acusó que ArcelorMittal condicionó el diálogo a que los trabajadores reanuden labores en la planta industrial y retiren las banderas rojinegras de las instalaciones de la empresa, señaló Ricardo Torres, secretario general de la Sección 271 de ese gremio.
La tarde de este martes estaba programada la primera reunión entre la empresa y sindicato en la sede de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), sin embargo, el encuentro no sucedió pues la noche del lunes 7 de marzo la dirigencia sindical fue notificada por la empresa de que no habría diálogo si continúa el paro de labores.
"La empresa solicita junto con la Secretaría del Trabajo que reanudemos labores y después vamos a dialogar, pero nuestra postura es al contrario, dialogar primero, llegar a acuerdos y de inmediato reanudar labores", comentó Torres en entrevista.
Consideró que no hay garantías de que la empresa vaya a cumplir su palabra si los mineros deciden levantar la huelga, ya que en ocasiones anteriores ArcelorMittal ha incumplido los acuerdos a pesar de que las partes han firmado documentos frente a la autoridad laboral.
"La condición de la empresa para dialogar es que reanudemos labores cuando ella sabe que estallamos huelga porque no compareció a la mesa de diálogo en las últimas dos semanas (...) Ya no hay confianza, por eso lo que decimos es que hasta que no lleguemos a un acuerdo reanudaremos labores", aseguró el líder seccional del SNTMMSSRM.
Torres dijo que el ambiente en las inmediaciones de ArcelorMittal es tenso porque está latente la posibilidad de un desalojo, "pero no porque estemos incumpliendo o cometiendo un ilícito, nuestro movimiento es totalmente legal aunque el aparato de gobierno diga lo contrario".
La STPS y el Sindicato indicaron que no hay una nueva fecha para que empresa y gremio retomen la mesa de dialogo.
El viernes 4 de marzo el Sindicato Minero estalló una huelga en una planta de ArcelorMittal, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo y porque la empresa acerera se ha negado a reubicar a 238 trabajadores que serían despedidos de la planta Coquizadora, la cual sería cerrada por cuestiones económicas.