Economía

Aprovechan terrenos para agroparque en Guanajuato

En Guanajuato, los terrenos que iban a servir para concursar por la Refinería Bicentenario, han sido empleados para construir el Parque Agro Tecnológico Xonotli, el cual incluye un plantel del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guanajuato, así como silos, para granos y áreas para cultivos.

GUANAJUATO.- Los terrenos con una extensión de 970 hectáreas que adquirió el gobierno estatal por un monto superior a los mil 602 millones de pesos para ganar en 2009 para Salamanca el proyecto de la Refinería Bicentenario albergan ahora el Parque Agro Tecnológico Xonotli.

Hasta ahora en el lugar se cuenta con un plantel del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guanajuato (Cecyteg), Institución Pública de Educación Media Superior, que tiene una matrícula de 150 estudiantes que realizan su carrera de técnicos agroindustriales.

Además del plantel Cecyteg, el Parque Agro Tecnológico Xonotli cuenta con silos para guardar granos, oficinas administrativas y aéreas para cultivos que actualmente son utilizadas por 12 agricultores, informó Héctor Manuel León Gallegos, director general del complejo.
Explicó que el parque tiene un convenio con los agricultores, que a cambio entregan 25 por ciento de las ganancias de la producción, recurso que se reinvierte en el polígono.


La Secretaría de la Transparencia y Rendición de Cuentas informó que las 970 hectáreas en las que se pretendía construir el fallido proyecto de la Refinería Bicentenario está en un espacio territorial ubicado en tres municipios: Salamanca, Juventino Rosas y Villagrán, siendo en éste último donde se sitúa el Parque Agro Tecnológico Xonotli.

En un principio el gobierno estatal reservó como información confidencial los detalles de la operación a través de la cual se adquirieron los terrenos, sin embargo, el pasado 14 de julio decidió abrir los expedientes que integran los datos sobre la adquisición del polígono adquirido.

"La información relativa a este tema se clasificó como reservada, con fecha 17 de febrero de 2009 a solicitud de los ejidatarios para salvaguardar su integridad posterior al cierre de compra-venta de sus parcelas y también para evitar una potencial especulación en los costos de la tierra y eliminando los riesgos inherentes al proyecto integrado por 970 hectáreas", según argumentó.

La transparencia en la adquisición de dichas tierras fue un tema que se le cuestionó desde un principio al gobierno estatal, que en aquel entonces era encabezado por Juan Manuel Oliva.

De ello, se desprende que la bancada del PRI en el Congreso local presentó el año pasado una denuncia penal ante la delegación de la Procuraduría General de la República por presuntos actos de corrupción en la compra de esos terrenos.

En la adquisición de las hectáreas se utilizó una empresa 'fantasma' denominada "Cereales y Pastas Finas", y en la desclasificación de la información la administración actual justificó la acción afirmando que no era una empresa sino un código.

"Como parte de la estrategia se designan nombres código a los proyectos para evitar filtración de información. A este proceso se le dio el nombre código Cereales y Pastas Finas, para protección del desarrollo del mismo y evitar la fuga de información", explicó el Secretario de Desarrollo Económico Sustentable, Héctor López Santillana.

Para minimizar que fue un error la adquisición, el gobierno estatal ha intentado 'vender' ante la opinión pública el proyecto del Parque.

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