Si bien durante los últimos 10 años, la región de América Latina y el Caribe (ALC) ha tenido importantes innovaciones en el manejo de las finanzas públicas, como la incorporación del Presupuesto basado en Resultados (PbR), los gobiernos aún deben enfocarse en el espacio fiscal para aumentar el tan necesario gasto para reducir la pobreza, consideró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Requieren incrementar el gasto en la infraestructura básica y en la mitigación de choques económicos", dijo Gustavo García, Economista principal de la División de Gestión Fiscal y Municipal del BID.
Al presentar el estudio "Panorama de las Administraciones Públicas América Latina y el Caribe 2014", realizado por el BID y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), coincidió con Edwin Lau, jefe de la reforma del sector público de dicho organismo, quien indicó que "las buenas prácticas de gobierno son críticas para el desarrollo económico, para resistir los embates y fomentar el bienestar ciudadano.
"Los países de ALC tienen gobiernos más reducidos e instituciones menos maduras que en muchos países económicamente avanzados, pero deben responder a sus ciudadanos, que de manera creciente reclaman los mismos estándares de servicios y de calidad de vida", subrayó.
Entre otros aspectos, el documento subraya que los ingresos de los gobiernos de América Latina y el Caribe equivalen a 25.6 por ciento del PIB, mientras que el promedio en los países de la OCDE es de 41.9 por ciento.
Añade que los promedios de gasto son 27.8 y 45.2 por ciento del PIB, respectivamente, lo que en parte se debe a un bajo nivel de recaudación de impuestos.
"La evasión tributaria y la ausencia de estructuras impositivas progresivas constituyen retos significativos para los gobiernos, quienes deben hacer más para mejorar la gestión presupuestaria, dicha recaudación y la igualdad de las remuneraciones del sector público, para equiparar su desempeño con el de las economías avanzadas", agrega el estudio.
También subraya que casi la mitad de los 17 países de la región han introducido elementos presupuestarios innovadores, donde destaca México con la mayor puntuación del índice compuesto del PbR, con 0.64 puntos en una escala del 0 al 1.0.
Otras herramientas aplicadas son las normas fiscales o fondos de estabilización, "que añadieron una capa protectora para amortiguar los impactos de la crisis económica mundial.
"Empero, aún puede hacerse más para mejorar las administración general de las finanzas públicas, las contrataciones y remuneraciones del sector público y las prácticas de adquisiciones públicas, pueden ayudar a elevar los estándares de vida; reforzar los servicios públicos y proteger contra futuros choques económicos", reiteró.
En este contexto, entrevistado al término de la presentación, el presidente del INEGI, Eduardo Sojo Garza Aldape, enfatizó:
"Si los países quieren ser más efectivos en combatir la pobreza, en el crecimiento de la economía, en el desarrollo sustentable y en la estabilidad económica, además de las reformas estructurales como las que se están haciendo en nuestros países, particularmente en México, se requiere trabajar también al interior de las administraciones públicas, y en ese espíritu, es fundamental tener información.
Destacó que México arroja buenos resultados para llevar el presupuesto con un enfoque a resultados, "e incluso nuestro país está por arriba del promedio de la OCDE.
"Eso es lo que nos dice este estudio y hay mucha información adicional, pero me parece también que es muy importante para estos efectos cumplimentar esa información con la que publica el INEGI, de varios tipos", concluyó.