Economía

Amenaza del coronavirus a la economía no solo es el brote, también vendrán las demandas

Varias empresas pronto podrían darse cuenta de que sus pólizas de seguro no las cubren contra los efectos de una enfermedad como el COVID-19.

El nuevo coronavirus ha trastornado los mercados, interrumpido las cadenas de suministro y forzado a las cuarentenas. Todo esto es 'terreno fértil' para las demandas judiciales.

Los hospitales, restaurantes, guarderías, asilos y hoteles pueden enfrentar reclamos de que no tomaron las medidas adecuadas para proteger a las personas y los accionistas pueden demandar si las empresas no actúan de manera efectiva en respuesta al brote.

Las compañías están luchando para ver si sus pólizas de seguro cubren las interrupciones causadas por el virus, mientras que los gobiernos están revisando su autoridad para imponer cuarentenas.

"El impacto en la cadena de suministro global, creo, será dramático", dijo Paul White, socio de Wilson Elser Moskowitz Edelman y Dicker, que representa a las aseguradoras.

De hecho, ya se han presentado algunos casos: el sindicato de pilotos de American Airlines demandó a la aerolínea para que esta cancelara sus vuelos hacia China, mientras que Costa Mesa, California, demandó al Gobierno de Estados Unidos para detener el traslado a esa ciudad de los pasajeros que estuvieron en el crucero 'Diamond Princess' en Japón.

'Acto de Dios'

Las consecuencias de las interrupciones del negocio serán "muy significativas de una manera que no hemos visto antes", advirtió Joe Balice, un litigante con Brutzkus Gubner en Los Ángeles que representa a clientes en la industria textil y de la confección, muchos de ellos afectados por cierres de fábricas en China.

Los fabricantes pueden entablar demandar por plazos vencidos, mientras que los proveedores podrían demandar a las compañías de energía, que ya han dejado de tomar algunos envíos a medida que disminuye la demanda de transporte.

Michael Hurst, socio de Lynn Pinker Cox & Hurst en Dallas, espera ver un aumento en las disputas sobre si las cláusulas de fuerza mayor, que liberan a las partes del contrato de sus obligaciones en caso de que se trate de un 'acto de Dios', se aplican al brote.

"Alguien puede decir que no pueden cumplir su contrato porque no puede obtener suministros de China o porque su gente no vendrá a trabajar, mientras que la otra parte podría decir que estás siendo demasiado cauteloso o simplemente lo estás usando como excusa", agregó Hurst.

Es probable que las aseguradoras vayan a las cortes. Balice dijo que las empresas están estudiando detenidamente sus políticas para ver si están aseguradas contra las consecuencias del coronavirus.

"Muchos descubrirán que no lo están", adelantó.

Los reclamos de seguro por interrupción de negocios generalmente cubren daños físicos, como una fábrica que se ha incendiado, no cierres ordenados para controlar la propagación de un virus, dijo Balice.

"Esta podría ser un área de litigio de seguros en los próximos años", consideró.

"Las empresas que ya enfrentaron desafíos comerciales en el mercado chino podrían verse afectadas si sus recursos son limitados", declaró Philipp Senff, jefe de cumplimiento de la firma de abogados CMS en China.

Protecciones laborales

Algunas compañías ya han limitado los viajes de negocios y han alentado a sus empleados a trabajar desde casa. Se han eliminado varias eventos industriales para evitar que grandes reuniones propaguen el patógeno.

Algunos temen que puedan ser considerados responsables de la participación de los trabajadores en reuniones o eventos corporativos donde los empleados están expuestos. Al mismo tiempo, los esfuerzos para proteger al personal podrían ir en contra de las reglas de privacidad.

"¿Qué pueden y no pueden preguntarle a sus empleados sobre su posible exposición al virus?", cuestionó David Newman, socio de Morrison & Foerster en Washington, quien lidera el grupo de trabajo de la firma para asesorar a los clientes sobre el brote.

Domenique Camacho Moran, una socia de Farrell Fritz que representa a los empleadores, explicó que fue contactada por clientes con estas mismas preocupaciones, incluida una que dijo que un empleado causó un breve episodio de pánico después de revelar que padecía de coronavirus, aunque no del tipo que está creando una emergencia global.

"Esta es una situación que cambia constantemente. La respuesta correcta el lunes puede ser diferente para cuando lleguemos al viernes", detalló.

Las compañías "pueden necesitar ser más flexibles para permitir que los empleados tomen licencia por enfermedad y les paguen por enfermedad para motivarlos a quedarse en casa", mencionó Sloane Ackerman, abogada laboral y laboral de O'Melveny & Myers en Nueva York.

Las empresas que tienen contacto diario con el público o que tratan con poblaciones que están encerradas (como en las prisiones) también corren el riesgo de ser demandadas, explicó Carl Tobias, profesor de Derecho de la Universidad de Richmond. Como ejemplo, puso los asilos de personas de la tercera edad En el estado de Washington, en EU, algunos residentes representan muchas de las víctimas en ese país hasta ahora.

"El reclamo podría ser que no se movieron lo suficientemente rápido como para proteger a los residentes una vez que quedó claro que el virus era un peligro o que no tenían planes de contingencia adecuados", remarcó Tobias.

Las aerolíneas han pasado años en los tribunales de la Unión Europea luchando y dando forma a las reglas sobre cuándo deberían compensar a los pasajeros. El Tribunal de Justicia de la UE podría tener que evaluar nuevamente si las compañías pueden reclamar circunstancias extraordinarias fuera de su control para evitar hacer nuevos pagos, señaló la comisionada de Transporte del bloque europeo, Adina Valean, en una conferencia de prensa el lunes.

Cuando la cuarentena ya no es la solución, sino el problema

Los esfuerzos de los gobiernos para combatir el nuevo coronavirus por medio de cuarentenas obligatorias y otros pasos similares son otra fuente potencial de litigio, si los miembros de la sociedad las rechazan.

Henry Greenberg, presidente de la Asociación de Abogados del Estado de Nueva York y ex asesor general del Departamento de Salud de ese estado, señaló que los funcionarios tienen una "autoridad tremenda" para rastrear y aislar a los portadores de virus, con base en un "vasto cuerpo de leyes" sobre enfermedades transmisibles.

El 'truco' para los funcionarios es sopesar la salud pública con los derechos individuales y evitar excesos, enfatizó Greenberg, citando "algunas reacciones exageradas y estigmatizaciones" que ocurrieron cuando los trabajadores de Salud que trataban a pacientes con ébola en África regresaron a EU en 2014.

El martes, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, confirmó el segundo caso de coronavirus del estado: un abogado de 50 años que trabaja en Manhattan y vive en el condado de Westchester, un suburbio de la ciudad de Nueva York. El abogado, que tiene una afección respiratoria subyacente, ha sido hospitalizado, dijo Cuomo en una conferencia de prensa.

El primer caso fue un trabajador de la salud de 39 años que viajó a Irán y que está aislado en casa con lo que Cuomo describió como síntomas leves. A diferencia de su caso, el abogado no presenta una fuente clara de transmisión, lo que sugiere la posibilidad de un brote de infección de persona a persona. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill De Blasio, informó que la esposa del abogado y sus dos hijos dieron positivo al virus y están aislados en su hogar.

Más demandas contra el Gobierno

Además de la demanda de Costa Mesa sobre el traslado propuesto de los pasajeros del crucero a su comunidad, San Antonio ha demandado al secretario de Salud y Servicios Humanos de EU, Alex Azar, y a otros funcionarios por haber puesto en cuarentena a un pasajero del crucero 'Diamond Princess' a pesar de que dos pruebas descartaron que tenga el nuevo coronavirus. Después de haber sido liberada, una tercera prueba dio positivo al patógeno.

Una docena de pasajeros del barco se pusieron en contacto con Lipcon, Margulies, Alsina & Winkleman, con sede en Miami, para explorar litigios contra la empresa matriz del crucero, Carnival.

"Es una situación muy difícil para la compañía, pero deberían haber estado familiarizados con el manejo de casos anteriores de coronavirus a bordo", mencionó al agregar que la pregunta realmente es "si buscaron toda la atención razonable y adecuada". La línea de cruceros dijo que sí.

Los gobiernos también deben proteger a las poblaciones cautivas, como las de las cárceles, de la infección. Dan Cogdell, un veterano abogado de defensa criminal de Texas, apuntó que ha discutido con un juez estatal la amenaza viral que representan los prisioneros.

"El peligro real es que las cárceles tienen recursos terribles, y el coronavirus probablemente se propagará como 'un incendio forestal' y lo llevarán directamente a los juzgados", apuntó.

Los presos del condado de Harris, que alberga a la cuarta población de reclusos más grande de EU, están siendo examinados. Además, las autoridades tienen experiencia en cuarentenas para el manejo de brotes de enfermedades infecciosas, indicó Jason Spencer, un portavoz del sistema.

Otras demandas que están surgiendo en EU incluyen reclamos relacionados indirectamente con el coronavirus.

Una agencia de personal médico afirma que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EU se demoró en revisar las solicitudes de visas H-1B para extranjeros calificados y que los retrasos amenazan el suministro de profesionales médicos necesarios para lidiar con el brote.

Otro reclamo alega que el fabricante del desinfectante para manos Purell exagera los poderes de su producto para prevenir enfermedades.

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