Economía

¿A dónde irán los bancos que buscan salir de Londres?

Tras la votación del Brexit, numerosos bancos plantearon la opción de salir de la capital inglesa para acomodarse en países miembros de la Unión Europea, pero ahora se enfrentan con un problema: no hay espacio suficiente para instalarse.


Los bancos que planean transferir personal desde Londres tras el Brexit enfrentan una dura realidad: no hay muchos inmuebles de primera línea disponibles en las ciudades rivales.

Como las tasas de disponibilidad de espacio de primera calidad en los distritos comerciales de París, Fráncfort y Ámsterdam son las más bajas en una década, sólo hay un puñado de edificios de oficinas vacíos, adecuados y capaces de albergar a los miles de empleados que los bancos podrían tener que reubicar en esas ciudades, según datos de la correduría de propiedades Savills Plc.

En Dublín, actualmente no hay edificios lo suficientemente grandes.

"Londres no tiene un sucesor evidente", dijo Matthew Fitzgerald, director de representaciones de inquilinos europeos. "Un grupo financiero de escala similar podría tardar varios años en aparecer".

Si bien hasta ahora los bancos esperaron para ver cuál será el plan de negociación de la primera ministra Theresa May, los primeros en mudarse podrían sacar ventaja debido a la disponibilidad limitada de espacio.

Los ejecutivos bancarios están haciendo planes para lo peor —un resultado en el cual pierdan el derecho a vender libremente sus servicios en la Unión Europea desde Londres— y querrían abrir oficinas nuevas o expandirlas en otro país antes que termine el período de negociación del Brexit, de dos años.

TRASLADOS

Antes de la votación, el máximo responsable de JPMorgan Chase & Co., Jamie Dimon, dijo que reubicaría hasta 4 mil empleados en Europa Continental tras el Brexit.

Morgan Stanley podría transferir hasta mil empleados fuera del Reino Unido, y Goldman Sachs Group Inc. y Citigroup Inc. indicaron que también mudarían empleados al exterior.

Bancos con sede en Europa, entre ellos HSBC Holdings Plc y Deutsche Bank AG, dijeron que tendrían que trasladar empleados o actividades a Francia y Alemania.

En Dublín, muy promocionada como destino probable para los bancos de inversión estadounidenses dado el idioma y los lazos culturales en común, las grandes empresas de tecnología se adelantaron a Wall Street y ocuparon espacios antes vacíos tras la crisis de la deuda irlandesa.

Airbnb Inc. y Twitter Inc. expandieron su espacio en la ciudad y ayudaron a impulsar 25 por ciento las adquisiciones en Dublín el año pasado, que así alcanzaron un nivel que no se registraba desde 2007, según la correduría Jones Lang Lasalle.

En La Défense, el distrito de rascacielos de París, hay ocho edificios de oficinas con espacio contiguo para 2 mil empleados o más, muestran los datos de Savills. En Fráncfort, la cifra cae a cinco.

Si un banco quisiera trasladar a todo su personal y su sede fuera del Reino Unido mañana, tendría aun menos opciones. De los principales centros financieros de Europa, actualmente sólo París y Frankfurt cuentan con un complejo de oficinas lo suficientemente grande para alojar a 5 mil personas o más, afirma Savills.

Dublín, Madrid y Ámsterdam tienen un proyecto en construcción que podría alojar esa cifra cada una, pero no estarán terminados por lo menos hasta dentro de 18 meses.

No sorprende que otros países busquen el botín de la City. A pesar de la crisis de 2008 y la recesión posterior, los servicios financieros siguen siendo la joya de la corona británica, representan más del 12 por ciento de la economía y proveen 2.2 millones de empleos.

En 2014, los bancos le pagaron al Tesoro británico 66 mil millones de libras esterlinas (88 mil millones de dólares) en impuestos, más que cualquier otro sector.

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