La actividad manufacturera de Estados Unidos se contrajo inesperadamente en agosto por primera vez en seis meses en medio de caída de pedidos manufactureros y en la producción, lo que aumenta la preocupación de la debilidad industrial.
El índice del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés) cayó a 49.4 en el mes pasado, cifra menor a estimación aún más pesimista de un sondeo de Bloomberg, desde 52.6 en julio, mostraron las cifras del grupo con sede en la ciudad de Tempe en Arizona este jueves.
La caída de 3.2 puntos fue la más grande desde junio de 2014.
Los nuevos pedidos a las fábricas estadounidenses se contrajeron por primera vez este año, ya que la producción se redujo en la mayor cantidad desde 2012 y el empleo bajó, mostró el reporte.
Las cifras son sorprendentes teniendo en cuenta que otros datos apuntan a que la economía se está recuperando de la mano de elevados gastos al consumo y el progreso en inventarios.