Economía

Fitch Ratings proyecta un deterioro moderado en bancos de América Latina

La calificadora explicó que en 2024 es probable que las métricas de calidad de los activos de los bancos de América Latina se estabilicen al mostrar una mejora interanual moderada.

Fitch Ratings proyectó que los sistemas bancarios latinoamericanos mantengan una perspectiva neutral durante 2024; no obstante, instituciones de ciertos países, que fueron muy resistentes en cuanto a la calidad de activos en 2023, podrían experimentar un deterioro moderado el próximo año.

En un análisis explicó que en 2024 es probable que las métricas de calidad de los activos de los bancos de América Latina se estabilicen al mostrar una mejora interanual moderada. En cambio, los gastos en provisiones para pérdidas crediticias podrían aligerarse luego de un difícil 2023.

“Los desafíos en 2023 resultaron en un deterioro de la calidad de los activos en toda la región, aunque desde diferentes niveles de base, y a distintos ritmos y magnitudes”, afirmó.

La agencia calificadora contempló también que es probable que continúen las presiones sobre los ingresos, con la probabilidad de intensificarse más, sobre todo en países donde la tasa de política monetaria podría disminuir en 2024.

Sobre los préstamos bancarios, previó que en la mayoría de los países de la región deberían recuperarse moderadamente en 2024. “Por lo tanto, es posible que el aumento de los volúmenes de negocios compense parcialmente el impacto de las presiones sobre los márgenes de interés en la utilidad neta”.

Fitch proyectó que  la probable tendencia a la baja de las tasas de interés en muchos países podría respaldar perfiles estables de financiamiento y liquidez, con potencial para mejoras modestas en los préstamos y capital generado.


Por último, indicó que los elementos clave a tener en cuenta para el próximo año en los sistemas bancarios de América Latina incluyen la estabilización esperada de la calidad de los activos y la posterior mejora en el nivel de préstamos morosos y provisiones para pérdidas crediticias, el crecimiento del volumen de negocios y la posible compresión de los márgenes a medida que la inflación disminuye.

También la rápida evolución de los acontecimientos políticos y sociales que podrían seguir pesando sobre las consideraciones generales del entorno operativo, a la vez que impactan la dinámica crediticia y los indicadores financieros clave, ahondó.

También lee: