Economía

IP se ‘pone brava’: Pide no considerar salida del T-MEC

Advierten que el retiro sería el peor de todos los escenarios para la economía.

La salida de México del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá no es el escenario contemplado por el sector privado, ya que existe confianza en alcanzar acuerdos en la primera fase de las consultas, señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Para el organismo, en el peor de los casos, tal vez en alguno de los cuatro temas en discusión se vaya a buscar solución en los paneles internacionales, lo que se debería evitar para restar incertidumbre al panorama de inversión, ya afectado por el contexto de guerra y alta volatilidad.

“En realidad es un escenario que por el momento no lo tenemos contemplado, esperamos que todas las diferencias puedan ser aclaradas o solucionadas durante las consultas, y de llegar a un panel se va a requerir del apoyo de los especialistas y resolver los detalles técnicos y comerciales que hayan quedado pendientes, sería un escenario que no quisiéramos transitar”, señalaron fuentes de la máxima cúpula empresarial.

Añadió que esto se sumaría a las amenazas del exterior como la guerra en Ucrania, las amenazas de China, y el cambio climático, que son factores que contribuyen a desestabilizar las economías. “Por ello, tenemos una gran oportunidad de fortalecer nuestra región para enfrentar mejor estos riesgos y convertir las crisis en oportunidades para conseguir mejores inversiones, empleos y estabilidad económica”.

Los temas a discusión

Cuatro temas son los que están sobre la mesa a partir de las solicitudes de iniciar el proceso de consulta a la luz del T-MEC, por parte de Estados Unidos y Canadá.

Uno tiene que ver con las solicitudes de la Comisión Reguladora de Energía que no se han resuelto, el tema de la prórroga hasta el 2025 otorgada a Pemex para no tener que cumplir la norma de reducción de azufre en el diésel comercial y que no se le dio a las demás empresas; el tema de la obligatoriedad de las empresas para comprar el gas natural a Pemex y CFE, y la prioridad de despacho de la CFE, de acuerdo con la ley de la industria eléctrica.


“Consideramos que el salirse no es un escenario que estén considerando, pero este escenario sería el peor de todos porque lo que hemos ganado en estas tres décadas con el TLCAN y los primeros dos años del T-MEC ha sido un crecimiento para el país al formar parte de la región más competitiva del mundo, eso nos ha llevado a un desarrollo extraordinario que no debemos perder”, señaló José Medina Mora, presidente de la Coparmex.

De los tres escenarios que considera el organismo, el más optimista es alcanzar acuerdos en el periodo de las consultas; el intermedio es que se resuelvan tres de los cuatro temas y el de la prioridad de despacho de la CFE se vaya a los paneles internacionales, proceso que podría extenderse hasta mayo de 2023.

Si los paneles internacionales den la razón a Estados Unidos y Canadá, México tiene la opción de modificar esa prioridad de despacho o no modificarla y de acuerdo con lo establecido en el T-MEC, Estados Unidos y Canadá pueden compensar con la imposición de aranceles.

“En caso de que México no cambiara ya una vez que los paneles internacionales le dieran la razón a Estados Unidos y Canadá, ellos pudieran buscar compensar la pérdida. Se ha hecho un cálculo de entre 10 mil y 30 mil millones de dólares a través de poner aranceles a las importaciones mexicanas”, expuso Medina Mora.

México debe ceder

Especialistas en comercio internacional consultados por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), apuntan a que el gobierno mexicano deberá ceder en varios de los puntos bajo consulta a fin de evitar llegar a un panel internacional que sería muy costoso para la economía, dijo Carlos Hurtado, director general del centro.

“El CEESP tiene mucha capacidad de consulta de expertos y la opinión generalizada es que el Gobierno va a tener que ceder en varias cosas en las consultas para no llegar al panel y los que saben, opinan que sí lo va hacer”, dijo en conferencia.

El problema, añadió, será como no echarse para atrás con ciertos principios que para el Presidente son importantes, y refirió estimaciones sobre el costo de entre 10 mil y 30 mil millones de dólares que podría tener la compensación que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá busquen a partir de imposición de aranceles a los productos importados desde México.

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