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Ujiris y Antetokounmpo, los nigerianos que están conquistando la NBA

Dos nigerianos están al frente de los Bucks y los Raptors, dos franquicias que estaban lejos de ser favoritas al inicio de la temporada de la NBA.

De ilegal a fenómeno

Sus padres, dos desplazados de origen nigeriano que habían llegado a Atenas en 1991 en busca de trabajo, le dijeron que se llamaba Giannis Antetokounmpo. Pero en el fondo sabía que su identidad era tan frágil como su trabajo de vendedor ambulante, que en cualquier momento podía terminar si los agentes migratorios lo capturaban.

Era uno de esos muchachos que vendían lentes de sol a los turistas que visitaban El Partenón. "Cuando vendíamos un reloj, significaba que íbamos a comer bien", dijo el año pasado en una charla motivacional que impartió en Atenas.

Desde niño jugaba al basquetbol con sus hermanos en el barrio de Sepora, a donde una tarde de 2011 acudió un visor del equipo griego Filathlitikos. Tenía 17 años.

Su inusual mezcla de fuerza, velocidad y técnica llamó la atención en Estados Unidos. Por su delgadez y altura extremas se ganó el mote de The Greek Freak, con el que llegó al Draft de la NBA de 2013, sin papeles.

Los Bucks le ofrecieron un contrato de cuatro años por 100 millones de dólares. El gobierno griego evitó escándalos y le facilitó la ciudadanía. La derecha enfureció. "Si le das a un chimpancé en el zoológico un plátano y una bandera, ¿es griego?", dijo el líder neonazi Nikos Michaloliakos.

"ESPN realizó un análisis de biotipos y concluyó que tenía el mejor físico de la historia para jugar basquetbol. Su cuerpo es perfecto", observa el experto en NBA de ESPN, Fernando Tirado.

"La suya —añade— es una historia incomparable de superación. Nadie le regaló nada y por eso es que su éxito podría irritar a Trump".

Ningún entrenador vio en él algo fuera de serie. Golpe duro para alguien que soñó con ser como su ídolo, Hakeem Olajuwon, el nigeriano que conquistó la NBA en los 80.

Genio del escritorio

Masai Ujiri confió demasiado en su sangre africana; creyó que ahí estaba el secreto del éxito —confesó él mismo en una entrevista con The Independent en 2016. Llegó el día en que este hombre originario de Zaria, Nigeria, entendió que su lugar estaba entre los hombres de cuello blanco que controlan la NBA. Antes de él, ningún afrodescendiente había ocupado un cargo ejecutivo en la liga.

En 2002 se fue a Washington para rozarse con coaches y scouts de distintos equipos. Quería conocer el funcionamiento de un despacho de la NBA. Y mejorarlo.

Tras especializarse en la organización de torneos universitarios y redes de networking con entrenadores colegiales, se fue al Magic de Orlando. No cobró durante dos años, hasta que en 2004 fue contratado como scout de los Nuggets. Luego fundó Giants of Africa, fundación que fomenta este deporte entre niños y jóvenes del continente.

"Aprovechó sus conocimientos en formación de canteras para hoy tener jugadores menores de 25 años, de gran calidad, como Fred VanVleet", explica Donnovan Bennet, exproductor de la NBA y periodista de Sportsnet.

No es casualidad, dice Bennet, que la ecuación también incluya la construcción de un centro de alto rendimiento (el OVO Athletic Center) y una franquicia (los Raptors 905) en la Gatorade League, la liga menor de la NBA que fue creada para formar jugadores desde abajo.

Dos nigerianos están al frente de los Bucks y los Raptors, dos franquicias que estaban lejos de ser favoritas al inicio de la temporada. Este jueves se disputarán el primer partido de la Final de la Conferencia Este, a las 19:30 horas, en el Fiserv Forum de Wisconsin.

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