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El cine vio ganar a Carneros un Super Bowl... esta es la historia

Hollywood podría profetizar el triunfo de Carneros de Los Ángeles. Hay varias coincidencias en la cinta 'El cielo puede esperar' (1978), protagonizada por Warren Beatty.

Antes de Jared Goff estaba Warren Beatty. Años antes de que naciera Jared Goff o cualquiera de los jugadores actuales de los Carneros de Los Ángeles, Beatty fue alzado en los hombros de sus compañeros de equipo para celebrar un título del equipo angelino que solo Hollywood podía soñar.

El actor interpretó al quarterback Joe Pendleton en la película de 1978 nominada al Oscar Heaven Can Wait (El cielo puede esperar). Al final de la cinta su personaje lleva a Los Ángeles a una extraordinaria victoria en el Super Bowl ante los Acereros de Pittsburgh.

Todo pasó durante una época en que los Carneros de la vida real, con Joe Namath, Rosey Grier y el resto de la línea defensiva conocida como Fearsome Foursome, representaban todo lo que estaba de moda en Hollywood, incluso si la idea de ganar el Super Bowl parecía algo que solo podía ocurrir en las películas.

Por esos tiempos los Acereros ganaban todos los Super Bowls y los Cowboys se estaban convirtiendo en el Equipo de America. Sin embargo, dijo Beatty que "no había motivos para no hacer una película sobre los Rams".

En El cielo puede esperar el personaje de Beatty, Pendleton, es llevado al cielo antes de tiempo por un acompañante demasiado entusiasta (Buck Henry). Tras darse cuenta del error, el acompañante y su jefe, el señor Jordan (James Mason), tratan de regresar al quarterback a su cuerpo original solo para darse cuenta que ya ha sido cremado.

Al buscar un cuerpo sustituto comienza una conmovedora historia de amor (con Julie Christie) acentuada por muchas risas, la mayoría cortesía de la esposa histérica e infiel de Pendleton (Dyan Cannon) y su amante inepto y ridículo (Charles Grodin).

En los 70 no había una estrella más grande en Hollywood que Beatty, quien alcanzó la fama con Splendor in the Grass (Esplendor en la hierba) en la década de 1960, produjo y protagonizó Bonnie y Clyde y Shampoo, y vio sus películas nominadas a más de una decena de Premios de la Academia.

Ante su fama y poder, Beatty no tuvo problema para que decenas de jugadores de la NFL hicieran de extras en las escenas de futbol americano. En una de ellas, el integrante del Fearsome Foursome Deacon Jones llama en repetidas ocasiones la atención de Pendleton, quien está debajo de un centro y no le puede pasar el balón.

Beatty dijo que no usó un doble para esa toma, y aunque tenía uno disponible para la escena en la que lleva a los Rams a su victoria en el Super Bowl, tampoco lo usó ahí.

Esa escena fue filmada durante el medio tiempo de un juego real de pretemporada de los Carneros en el Coliseo de Los Ángeles. Tenían poco tiempo para filmar 14 jugadas.

"Le dije, 'voy a hacer una jugada, quizá sea buena, pero estén listos para entrar'", contó Beatty. "Completé el pase y pensé 'vaya, funcionó'. Eso me dio un poco de adrenalina. Les dije 'haré la segunda jugada, estén listos'. Funcionó también. Entonces la tercera jugada funcionó. Terminé haciendo las 14 jugadas. Pude hacer lo que siempre quise en la secundaria: ser el quarterback en vez del centro".

Un running back recientemente retirado de los Carneros, Les Josephson, fue extra y asesor técnico para las escenas de futbol. Señaló que las jugadas de Beatty durante las escenas del Super Bowl salieron directamente del libro de jugadas de los Rams.

"Podía lanzar el balón bastante bien", dijo Josephson sobre el actor. "Era un deportista bastante bueno cuando era joven". Pero Beatty dijo que rechazó varias ofertas de becas y dejó de jugar como centro (y linebacker) en favor de la actuación.

Beatty también dirigió y produjo la película, que ganó dos premios Oscar y fue nominada a siete más, incluyendo mejor película, actor, actriz y actor de reparto.

Si hubiese sido más persuasivo con su amigo Muhammad Ali, esta nueva versión del clásico de 1941 Here Comes Mr. Jordan (El difunto protesta) habría sido sobre boxeo como la original.

"Quería hacer una película con Ali, y lo conversamos una y otra vez, nos divertíamos hablando de eso", dijo Beatty. "Pero finalmente me di cuenta de que no iba a dejar el boxeo de lado para hacer una película y dije: 'Ali, si no lo haces lo voy a cambiar a un jugador de futbol americano y lo haré yo mismo'".

Entrar en la temática del futbol resultó ser una buena elección. Y la película terminó siendo profética en más de un sentido.

Casi un año después de su estreno, los Carneros, con el quarterback sustituto Vince Ferragamo, tuvieron una racha mágica que terminó en su primer Super Bowl, nada más y nada menos que contra los Steelers, al igual que en la película, solo que los angelinos perdieron 31-19.

Quince años después los Carneros se mudaron a San Luis y perdieron su relación con Los Ángeles por décadas. Pero ahora están de regreso y Beatty es hincha, y hay una deliciosa ironía.

Al final de El cielo puede esperar, los Carneros van al Super Bowl y su quarterback queda inconsciente por un golpe. Pendleton, quien necesita un cuerpo más permanente que habitar, se apodera de él y unos minutos más tarde atrapa un balón perdido y corre para anotar el touchdown de la victoria.

En la película el quarterback lleva el número 16 en el clásico uniforme azul y amarillo de los Rams. Y Joe Pendleton se convierte en Tom Jarrett.

En la vida real, un tipo llamado Jared Goff llevará el domingo el jersey azul y amarillo con el número 16 de los Carneros. ¿Ganarán de nuevo los Carneros de Los Ángeles? Esa sí que sería una secuela que a Hollywood le encantaría.

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