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Davor Suker, el emblema de Croacia

Goleador en Francia 1998, Suker es el hombre que ahora grita los goles de Croacia desde la tribuna, ya como presidente de la Federación de su país.

Muchos futbolistas si se visten de 'gente normal' son irreconocibles y pueden vivir anónimamente tras el retiro. Davor Suker no. Han pasado 20 años de que se proclamó rey del gol en Francia 1998 mientras comandaba a Croacia en su más feliz expedición mundialista hasta semifinales, y sin embargo, hoy pese a vestir de saco y corbata se le reconoce al momento cuando su figura aparece en la pantalla. Imposible no recordarlo. Es Suker el hombre que ahora grita los goles de Croacia desde la tribuna ejerciendo el rol de presidente de la Federación Croata.

Ese apellido es el único que repite hoy en la delegación croata que ha vuelto a llegar lejos en un Mundial y enfrentará este sábado a Rusia en los cuartos de final. El secreto, dice Suker, es que "nosotros no tenemos miedo, creemos que hay que disfrutar el futbol, tenemos un técnico joven, jóvenes con gran futuro y ganas de jugar bien al futbol, no hay gran ciencia".

Lo cierto es que hubo que esperar dos largas décadas para que los Modric, Rakitic, Perisic y Mandzukic pudieran sentarse en la mesa junto a los Prosinecki, Boban, Jarni, Simic y Suker, responsables de uno de los debuts más fascinantes en la historia de las Copas del Mundo. Y es que Croacia saldó con un tercer lugar su primera aventura mundialista. Portadores de un futbol técnico y elegante, mezclaron los valores físico-atléticos del europeo con una esencia gitana juguetona que les hacía tratar bien a la pelota y buscar constantemente el ataque. El equipo que dirigía Miroslav Blazevic se impuso a Selecciones como Jamaica, Japón, Rumania, Alemania y Holanda. Sufrió una derrota sin consecuencias frente a Argentina en la fase de grupos y después fue eliminado en semifinales por la anfitriona Francia, en un duelo en el que se puso en ventaja con un gol de Suker a los 46 minutos, pero acabó en la lona por dos anotaciones inesperadas de Lilian Thuram (47', 70').

Extrañamente aquella inesperada gesta croata no tuvo continuidad. Estuvo presente en las citas mundialistas de Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Brasil 2014 y en ninguna de ellas había vuelto a pasar de la fase de grupos, sufriendo derrotas incluso frente a México, que le superó con justicia tanto en 2002 como en 2014.

Pero en Rusia 2018 los croatas han desplegado nuevamente todo su potencial; fueron una de las tres Selecciones que cerraron la fase de grupos con puntaje perfecto, tras vencer a Nigeria (2-0) e Islandia (2-1) y humillar a Argentina (3-0), y aunque después bajaron su volumen de juego ante Dinamarca (1-1), desde el manchón penalti accedieron a la etapa de los ocho mejores, donde se medirán al anfitrión, Rusia.

Hace 20 años fue justo el país sede, Francia, el que puso freno al paso de Suker y compañía; ahora los rusos querrán repetir la historia. La diferencia es que esta vez los croatas son claramente favoritos, una etiqueta que no les gusta ponerse "El entrenador español Luis Aragonés me enseñó un día –recuerda Suker- que ser favorito no otorga ninguna ventaja, puedes ser 100 por ciento favorito igual el partido inicia 0-0 y 11 contra 11".

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