Culturas

Neruda inédito

Publicamos un texto inédito del gran poeta de América, rescatado con la nueva edición de 'Confieso que he vivido' (Seix Barral).

Leí en mi juventud con escalofríos el cuento de Chamisso sobre el hombre que vendió su sombra. Para mí era el momento más grave aquel en que arreglada la transacción, el Diablo se agachaba y cuidadosamente enrollaba la sombra del hombre que la había vendido.

Siempre me pareció que algunos grandes poetas vendieron, de una manera u otra, la sombra que les acompañó. Esta fue recortada del suelo, enrollada, disminuida y arrancada a su propietario por diversos diablos, entre los cuales estuvieron la moda del momento, la intrascendencia sin ambición, el salón literario y a veces también el paulatino soborno de la burguesía.

Heredamos de Maiakovski su incompleta poesía y su vastísima sombra.

Es la imagen del poeta que no venderá su sombra, que la usará toda su vida abrigándose con ella como con una capa y durmiendo envuelto en aquella sombra personal que hacía destacar cada uno de sus actos y de sus sueños en blanco y negro con la dramática luz y oscuridad de su persona insustituible.

POEMA 6

Te recuerdo como eras en el último otoño.

Eras la boina gris y el corazón en calma.

En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.

Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,

las hojas recogían tu voz lenta y en calma.

Hoguera de estupor en que mi sed ardía.

Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:

boina gris, voz de pájaro y corazón de casa

hacia donde emigraban mis profundos anhelos

y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.

Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!

Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.

Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Poema 6 del libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda (Booket), 2018. Cortesía otorgada bajo el permiso de Grupo Planeta México.

Su poesía, desde fuera, nos parece incompleta porque la muerte la cortó con su espantosa tijera. Mientras tanto la Unión Soviética creció de manera prodigiosa. Hace falta el poema de Maiakovski sobre Valentina, la cosmonauta, la mujer que fue más lejos y más alto que todas las mujeres de la historia humana. Solo Maiakovski tendría esos tonos como disparos para celebrar la nave espacial. Estos poemas que no alcanzó a escribir ya nadie podrá hacerlo porque él tenía la apostura imperiosa del cosmonauta y hasta sus poemas de amor y de combate tienen sustancias cósmicas. Él arreba tó a su tiempo tantos materiales nuevos con el énfasis de un conquistador y la elocuencia que es su gran atributo, que la poesía cambió con su entrada y salida como si hubiera sobrevenido una tempestad natural.

Si a cada revolución corresponde más de un poeta, por que la poesía se electriza en el movimiento humano, no todas las revoluciones se hacen cuerpo, sangre y alma en un poeta como en el caso de Maiakovski.

La gran palpitación humana de la Revolución de Octubre quedó viva en su poesía de tal manera que sus cantos son acontecimientos, sucesos memorables con los cuales hay que contar. En revoluciones anteriores un poeta dio una canción o muchos otros dieron adhesiones sonoras más o menos logradas. Maiakovski en tregó su alma turbulenta, que se consumió de arriba abajo, entregando su poesía como un material deslumbrante para la construcción socialista.

XII

México (1940)

México, de mar a mar te viví, traspasado

por tu férreo color, trepando montes

sobre los que aparecen monasterios

llenos de espinas,

el ruido venenoso de la ciudad, los dientes solapados

del pululante poetiso, y sobre

las hojas de los muertos y las gradas

que construyó el silencio irreductible,

como muñones de un amor leproso,

el esplendor mojado de las ruinas.

Pero del acre campamento, huraño

sudor, lanzas de granos amarillos,

sube la agricultura colectiva

repartiendo los panes de la patria.

Otras veces calcáreas cordilleras

interrumpieron mi camino,

formas de los ametrallados ventisqueros

que despedazan la corteza oscura

de la piel mexicana, y los caballos

que cruzan como el beso de la pólvora

bajo las patriarcales arboledas.

Aquellos que borraron bravamente

la frontera del predio y entregaron

la tierra conquistada por la sangre

entre los olvidados herederos,

también aquellos dedos dolorosos

anudados al sur de las raíces

la minuciosa máscara tejieron,

poblaron de floral juguetería

y de fuego textil el territorio.

No supe qué amé más, si la excavada

antigüedad de rostros que guardaron

la intensidad de piedras implacables,

o la rosa creciente, construida

por una mano ayer ensangrentada.

Y así de tierra a tierra fui tocando

el barro americano, mi estatura,

y subió por mis venas el olvido

recostado en el tiempo, hasta que un día

estremeció mi boca su lenguaje.

Fragmento del poema México (1940) del libro Canto General, de Pablo Neruda (Booket), 2018. Cortesía otorgada bajo el permiso de Grupo Planeta México.

Por eso la sombra de Maiakovski es tan incalculable y no se gasta, sino que se acrecienta.

Esta sombra pasa el Ecuador y llega como cola de cometa a los arrabales perdidos de América Latina, iluminando la conciencia del joven escritor. Esta sombra sale de una biblioteca echando abajo, en forma ruidosa, muchos volúmenes de palabras dogmáticas. Irrumpe en las luchas callejeras y entra como influencia sutil en la conducta de los seres. Esta sombra es a veces como una espada y otras veces es como una naranja, tiene el color del verano.

Los poetas de mi generación intentamos dejar a Maiakovski como un buen clásico, muy bien ordenado en el anaquel. Pero su pésima educación lo hace salirse cada día de su sitio y tomar parte con nosotros en los combates y en las victorias de nuestro tiempo. Es que Maiakovski fue por sobre todo un buen compañero.

Un gran compañero para todas las latitudes, para todas las razas, para todos los pueblos, para todos los poetas.

Y un maestro para los poetas de todas las latitudes, de todas las razas, de todos los pueblos.

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