Culturas

La izquierda latinoamericana está de luto por Harnecker

Marta Harnecker llevaba el activismo en la sangre. Dio al marxismo una dimensión latinoamericana; una de las principales figuras de la izquierda en la región.

Cuando Hugo Chávez visitó Cuba en 1994, casi un desconocido para el mundo, Marta Harnecker (1937-2019) quedó, como tantos, "maravillada con su discurso".

"Cita a Neruda y uno piensa que eso es cosa de un intelectual, no de un militar", le dijo a la periodista cubana Arleen Rodríguez en una de sus últimas entrevistas. De inmediato escribió a La Causa R: "compañeros, este es el líder de Venezuela".

En cuanto Chávez llegó a la presidencia, la activista chilena advirtió en La izquierda en el umbral del siglo (1999) sobre los retos que le sobrevenían al Comandante: cómo hacer una diferencia frente a una opinión pública cada vez más escéptica de los políticos; cómo evitar que sus cuadros no fuesen cooptados por el sistema; cómo lograr ser más que meros administradores de la crisis...

Terminó por ser asesora y una de las personas más allegadas a Chávez. Siempre lamentó que él se fuera del mundo demasiado pronto. Esa ha sido una de las grandes críticas que se han cernido sobre quien, se considera, dio al marxismo una dimensión latinoamericana; una de las principales figuras de la izquierda en la región.

Harnecker llevaba el activismo en la sangre. De muy joven, a favor de los pobres, cuando fue presidenta del movimiento juvenil Acción Católica en Chile. Como tal llegó por primera vez a Cuba, en 1960. Aquel viaje impactó su pensamiento político, pero no fue hasta 1963, cuando llegó a Francia, que le cambió la vida: allí descubrió el marxismo, la doctrina que explicaba la existencia de ricos y pobres. Allí también conoció a su maestro: el filósofo Louis Althusser, el primero que le dio a leer El Capital.

"Me enseñó a leer críticamente, a entender un texto, a poder ser cristiana y marxista". Harnekcer dejó la fe, pero sostuvo la relación entre ambas doctrinas.

Con una marcada orientación pedagógica, Harnecker ha publicado unos 80 títulos, entre los cuales el más conocido es Los conceptos elementales del materialismo histórico (1969), en el que expone las ideas de Althusser con sencillez y claridad -sus grandes atributos-.

Tras el golpe del 73 en su país, Harnecker hizo vida en Cuba. En la isla se casó y tuvo una hija con el comandante Manuel Piñeiro -fallecido en 1998-. Fue directora del semanario Chile hoy y cercana colaboradora de Salvador Allende, a quien consideró un modelo del socialismo del siglo XXI.

Los últimos años de su vida los pasó al lado de su segundo esposo, Michael Lebowitz, en Vancouver, Canadá, hasta su muerte el pasado sábado, a causa del cáncer. Su partida fue lamentada en redes sociales por líderes de la izquierda radical como Evo Morales y Nicolás Maduro.

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