Culturas

Gabriel Retes filma cinta sobre Nahui Ollin y 'Dr. Atl'

La película, comparte el realizador, está ambientada en aquellos años en los cuales se organizó la educación en México, gracias a un ambicioso proyecto que murió con el maximato.

En el México de los años veinte la intelectualidad y el poder eran cercanos por una sola razón: "los políticos eran cultos", afirma Gabriel Retes. En su cinta La revolución y los artistas -aún sin fecha de estreno-, el director aprovecha la historia de amor entre los pintores Nahui Ollin y Dr. Atl, –seudónimos de Carmen Mondragón y Gerardo Murillo, respectivamente–, para mostrar cómo tras la Revolución la clase política se acercó a los artistas para que éstos contribuyeran a la reconstrucción del país.

La película, comparte el realizador, está ambientada en aquellos años en los cuales se organizó la educación en México, gracias a un ambicioso proyecto que murió con el maximato, cuando llegaron los generales al poder.

Si en verdad el romance va guiando la trama, Retes eligió al pintor jalisciense (a quien encarna él mismo), por su relevancia en la historia de este país. "El Dr. Atl fue el lazo entre los políticos y los artistas", asegura el realizador .

El presidente Álvaro Obregón tenía admiración por los intelectuales, dice Meritxell Gález, quien da vida a Nahui Ollin en la cinta de la que es co-guionista. Obregón llamó al escritor y filósofo José Vasconcelos como secretario de Educación Pública cuando el país se enfilaba hacia el humanismo, afirma la actriz. "Pero desgraciadamente retomaron el poder los generales. Se fundó el PRI, surgió el dedazo y todas las formas políticas que permanecieron más de 70 años".

La cinta narra cómo Vasconcelos dirigió una gran cruzada, apoyado en los artistas de la época que recorrieron todo el país después de la Revolución, dando clases a una gran cantidad de mexicanos, la mayoría hasta entonces ajenos al arte.

"En los años 20, hace casi un siglo, se formó el nacionalismo al que el actual gobierno pretende volver y nos gustaría que en esta época los intelectuales estuvieran más cerca de los políticos para hacer una mancuerna y sacar a flote nuestro país, que parece que también está en una época de guerra", concluye Meritxell Gález.

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