Culturas

Este diseñador crea sus sombreros a partir de historias y personajes ficticios

En entrevista con EF y por Adela, el diseñador Nick Fouquet definió su oficio como un arte, en el que se interesó luego de conocer a un vaquero estadounidense.

Sus creaciones hechas a mano son un preciado objeto de lujo desde hace más de una década. La firma de sombreros de Nick Fouquet comenzó en un pequeño taller en un sótano neoyorkino, y hasta ahí llegó un día Billy Gibbons, de ZZ Top, buscando al creador de piezas cuyo diseño incluye un cerillo de madera bajo la banda decorativa.

"Recuerdo que fue la primera vez que tuve un artista musical", cuenta el diseñador de origen franco-estadounidense en entrevista para el programa En EF y por Adela de El Financiero-Bloomberg.

"Al poco tiempo fueron Pharrell y Madonna. Hicimos estos sombreros para ellos para los Grammy. Uno nunca sabe si los van a usar o no. Pharrell acabó llevando otro, ese alocado alto que todos recuerdan. Pero luego estuvo en el escenario y usaba el nuestro".

Fouquet recibió a Adela Micha en su estudio, donde fabrica, literalmente, las piezas de sus sueños. Nómada desde muy pequeño junto a su familia, cambió las ciencias ambientales y desarrollo sustentable por el diseño, inspirado por los constantes viajes y sus distintas residencias. "Muchas de las colecciones están basadas en la idea de ir a Cuba o a Grecia, a lugares diferentes".

Nick Fouquet asegura que sus creaciones parten de historias y personajes ficticios. "Construí estos personajes ficticios viviendo en cierto lugar, como Cuba, o Marruecos. Hicimos una en el sur de Francia", comparte. También realiza piezas personalizadas, para las que se reúne previamente con sus clientes, con la finalidad de conocerlos y hacer para ellos una pieza a la medida.

"Todos tienen un historia, todos tienen vida, y una vez que una persona tiene ese sombrero, pone su propia vida y su propia historia en él a medida que avanza, pero comúnmente, cuando hacemos una prenda personalizada para alguien, nos sentamos y preguntamos ¿de dónde eres, qué te gusta, cuál es tu color favorito, qué te gusta hacer?".

Define su oficio como un arte, en el que se interesó luego de conocer a un vaquero estadounidense. "Aprendí de este proceso y descubrí que no hay manera de que vayas a la escuela para aprender a hacer sombreros, porque es un arte personal".

A veces, reconoce, se quita el sombrero. Pero es un accesorio que ya forma parte ineludible de su personalidad. "Sí, uso sombrero. Me encanta, es divertido, se ha convertido en parte de quien soy".

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