Carlos Miguel Prieto, nombrado Director del Año por Musical America

Carlos Miguel Prieto ha trabajado incansablemente durante 24 años. Viaja de manera desesperada, según sus propias palabras. A la par de su carrera como director de orquestas internacionales como la Sinfónica de Chicago, la Sinfónica de Boston, la Filarmónica de Los Ángeles, la Filarmónica de Londres, la Royal Liverpool Philharmonic, la Sinfónica de Beijin y la Royal Scottish National Orchestra, entre muchas otras, ha desarrollado el oficio de programador con una virtud: la audacia.

En su amplio repertorio están los clásicos: Beethoven, Haydn, Brahms; grandes del siglo XX como Shostakovich y una buena cantidad de música nueva. El pasado verano estrenó con la Orquesta de las Américas Hominum, una pieza que le encargó a la compositora mexicana Gabriela Ortiz y en su próximo recital en Bellas Artes al frente de la Sinfónica Nacional, estrenará A fiddler´s tale, de Wynton Marsalis.

Por su labor, que le ha dado la vuelta al mundo, Carlos Miguel Prieto ha sido nombrado Director del Año por la prestigiada revista estadounidense Musical America. El premio honorífico le será entregado en una gala en el Carnegie Hall de Nueva York, en la quincuagésima octava ceremonia de los premios anuales de la publicación, el próximo 11 de diciembre.

La distinción, dice en entrevista telefónica desde Nueva Orleáns, lo tomó por sorpresa. "Es completamente inesperado. Nunca he hecho nada más que por el amor de hacerlo y recibir este premio significa primero un honor por pertenecer a la lista de personas que cada año son un referente en la música, pero además un enorme sentido de responsabilidad hacia el futuro seguir haciendo las cosas bien".

El director de la Sinfónica Nacional y la Sinfónica de Minería, es un convencido de que en el arte no hay fronteras. En un mismo recital, puede programar una obra brasileña, una argentina y una de Estados Unidos y son armónicas. "La música y la cultura representan oportunidades de entendimiento, son armas que debemos usar de una manera mucho más evidente", asegura.

"No hay duda que la música acerca a la gente, ahí está el ejemplo de Daniel Barenboim, que tiene en la mitad de su orquesta músicos de Palestina y en la otra mitad de Israel y hablan un mismo idioma, el de la música. Hay ejemplos clarísimo en todas partes del mundo, ojalá podamos entender, sobre todo en el país, la oportunidad enorme, sobre todo para los jóvenes, de encontrar una manera de cambiar de vida con la música. Una cosa muy importante es que la gente sepa que tocar en una orquesta, o en un cuarteto no es tan complicado ni elitista, sino una increíble oportunidad de crecimiento".

Titular de la Orquesta Filarmónica de Luisiana desde 2005 –el año que el huracán Katrina asoló Nueva Orleans- Prieto se ha destacado por impulsar la cultura local de las ciudades en las que están las agrupaciones que dirige. Lo hizo con el rescate del Teatro Orpheum, sede de la orquesta, donde interpretará el año entrante la Sinfonía India de Carlos Chávez. Y lo hace también con la riqueza cultural de México, que lleva por todo el mundo.

"Estoy fascinado por comprender la música increíble que tenemos en nuestro país, en septiembre hicimos con la Sinfónica Nacional el estreno mundial del concierto para trompeta de Arturo Márquez y como un invitado el venezolano Pacho Flores. Creo que tanto en México como en Estados Unidos, la música se vive de una manera muy real, no se utiliza solo para entretenimiento, el público es muy abierto a experiencias nuevas".

Atendiendo a esa apertura, en el mismo programa que estrenará la pieza de Wynton Marsalis (una obra sobre un violinista que le vende su alma al diablo), también dirigirá Historia del soldado, la obra que Igor Stravinski escribió hace cien años. Será un montaje con actores de la Compañía Nacional de Teatro, bailarines y un narrador.

El 23 y 25 de noviembre dirigirá un programa con obras de Beethoven y como solista, uno de los mejores pianistas de México: Jorge Federico Osorio. La temporada navideña cerrará el año, como es tradición.

Fuera del país, Carlos Miguel Prieto debutará el 15 de noviembre con la National Symphony Orchestra de Washington, dirigiendo El Salón México de Aaron Copland, el Concierto para Piano No. 3 de Rachmaninoff y La noche de los mayas de Revueltas. El 6 y el 8 de diciembre, con la Orquesta Sinfónica de Detroit por primera vez desde su debut el año pasado, dirigirá el Concierto para Violín de Brahms, con Chirstina Tetzlaff, y la Quinta Sinfonía de Beethoven. En 2019, dirigirá a la Hallé en el Reino Unido, la Radio Symphony Orchestra de Fráncfort y la Orquesta Sinfónica de Bilbao.

"Soy un apasionado del repertorio clásico y siempre he disfrutado mucho descubriendo piezas nuevas y compositores nuevos, porque me parece fascinante aventurarse dentro de la cabeza de gente que tiene mucho que decir y mucho para dar, admiro esa capacidad creadora de los compositores, poetas, escritores, que de la nada crean una historia, una melodía, un ambiente sonoro, algo que yo no tengo. Lo que sí tengo, es habilidad para interpretarlo y disfrutarlo", concluye el director.