Ciencia

Científicos de la UNAM descartan que esté naciendo un volcán en Michoacán

Los microsismos, el rompimiento de fallas y las fracturas en distintos niveles, no son indicativo del nacimiento de un volcán, señalaron los expertos.

El enjambre sísmico que ocurre en Michoacán desde el pasado 5 de enero, fenómeno que ha causado microsismos, rompimiento de fallas y fracturas en distintos niveles, no es indicativo del nacimiento de un volcán, afirmaron científicos de la UNAM que encabezan la vigilancia y monitoreo del fenómeno.

"La razón principal por la que descartamos que esta actividad culmine en el nacimiento de un volcán es porque los sismos se dan por un rompimiento de la corteza que viene de un esfuerzo magmático, pero el fracturamiento que se ha desarrollado en este caso es pequeño", dijo Servando de la Cruz Reyna, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Por su parte, Hugo Delgado Granados, director del IGf, explicó que desde inicios de este año ocurrió una serie de sismos en una región de Michoacán cercana al volcán Paricutín y a la población de Uruapan.

Inicialmente el registro lo hizo el Servicio Sismológico Nacional (SSN) con su red de estaciones sismológicas, y luego participaron expertos del IGf y de las universidades de Colima y Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Víctor Hugo Espíndola Castro, subdirector de investigación del SSN, comentó que los microsismos ocurridos no son perceptibles para el ser humano ni han causado daños en viviendas. Así, se han registrado tres mil 287 eventos con magnitudes entre 2.6 y 4.1. "En total se han registrado más de cinco mil sismos muy pequeños, si se toman en cuenta incluso los de magnitud uno".

De la Cruz Reyna, investigador del Departamento de Vulcanología del IGf, expuso que los enjambres sísmicos se han presentado varias veces en esa región. "El primero fue en 1943 y culminó con el nacimiento del volcán Paricutín. Posteriormente hubo otros tres en 1997, 1999 y 2006, este último con características similares al actual".

Delgado Granados resaltó que hasta ahora se han integrado trabajos vinculados con la sismicidad, y para descartar que se trate del nacimiento de un volcán, se han hecho diferentes estudios con la instalación de magnetómetros, medición de dióxido de carbono difuso en suelos, medición de radón, muestreo de aguas; además de analizar las deformaciones a través de diferentes métodos.

Razones por las que no nacerá un volcán

De la Cruz Reyna explicó que la mayor parte de las fracturas producidas con el actual enjambre sísmico son pequeñas. "Se sugiere que la fuente del esfuerzo es un movimiento de magma, pero a profundidades de 10 kilómetros o más. Esto es muy común en zonas volcánicas y significa que el magma, que posiblemente esté produciendo el esfuerzo, puede tener origen en el desplazamiento".

El vulcanólogo remarcó que el actual enjambre sísmico no culminará con el nacimiento de un volcán por varias razones: la profundidad de los sismos se mantiene baja y la mayor parte del desplazamiento de magma es horizontal.

"Hay una cantidad importante de magma, pero normalmente estancado a gran profundidad, no se mueve. Eventualmente algunos paquetes de ese magma buscan caminos, que pueden ser verticales, inclinados u horizontales, como en este caso, y por eso no llegan a la superficie", precisó.

Carlos Gutiérrez Martínez, del Cenapred, dijo que en el proceso de estudio del enjambre sísmico en Michoacán ha existido una coordinación permanente entre el gobierno federal y el Instituto de Geofísica. "Tenemos reuniones técnicas, mantenemos la vigilancia, cuidamos ser preventivos y no sobrerreaccionar".

Los microsismos no han sido percibidos por la población ni han causado ningún daño en las viviendas, concluyó.

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