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2020 será uno de los años más calurosos de la historia; se acerca al umbral del Acuerdo de París

La presente década será la más calurosa de la que se tiene registro, y los seis años temperaturas más altas son aquellos registrados a partir de 2015, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Las temperaturas globales entre enero y octubre fueron cerca de 1.2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, lo que hace que 2020 esté en camino de ser uno de los tres años más cálidos desde que se iniciaron los registros.

Esta década será la más calurosa de la que se tiene registro, y los seis años más cálidos son aquellos registrados a partir de 2015, según el informe provisional sobre el estado del clima mundial en 2020 elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y publicado este miércoles.

"En pocas palabras, el estado del planeta está roto", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, después de la publicación del informe. "La humanidad está librando una guerra contra la naturaleza. Esto es suicida. La naturaleza siempre contraataca, y ya lo está haciendo con creciente fuerza y ​​furia".

Hay al menos un 20 por ciento de probabilidad de que las temperaturas medias globales superen temporalmente los 1.5 grados Celsius en 2024 respecto de los niveles registrados entre 1850 y 1900, estimó la agencia de la ONU.

En el Acuerdo de París de 2015, los países se comprometieron a tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados Celsius e, idealmente, cerca de 1.5 grados Celsius para fines de este siglo.

Un calentamiento de 1.5 grados Celsius se considera el mejor escenario para el cambio climático dada la tendencia actual del calentamiento. Pero científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU aún predicen que provocará olas de calor más frecuentes e intensas, fuertes precipitaciones y sequías en varias regiones.

"Nos dirigimos a un aumento de temperatura atronador de 3 a 5 grados Celsius este siglo", dijo Guterres. "Seamos claros: las actividades humanas están en la raíz de nuestro descenso hacia el caos. Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI. Debe ser la máxima prioridad para todos, en todas partes", aseguró.

"Los incendios e inundaciones apocalípticas, los ciclones y los huracanes son cada vez más la nueva normalidad", dijo Guterres. Los desastres naturales le costaron al mundo un total de 150 mil millones de dólares el año pasado.

"Los billones de dólares necesarios para la recuperación del COVID son dinero que estamos pidiendo prestado a las generaciones futuras. Hasta el último centavo. No podemos usar esos recursos para bloquear políticas que los carguen con una montaña de deudas en un planeta destrozado", señaló.

El calentamiento más notable en 2020 ocurrió en el Ártico siberiano, según el informe de la OMM. Las temperaturas durante los primeros 10 meses del año superaron la media en más de 5 grados Celsius, lo que alimentó la temporada de incendios forestales más activa en los 18 años de registros. Al mismo tiempo, la extensión del hielo marino del Ártico fue excepcionalmente baja durante la mayor parte del año.

Groenlandia perdió 152 mil millones de toneladas de hielo este año, una tasa más lenta que en 2019. La extensión del hielo de la Antártida durante 2020 estuvo cerca o ligeramente por encima de la media de los últimos 42 años, según el informe.

Los océanos, que han absorbido el 93 por ciento del calor capturado por los gases de efecto invernadero desde la década de 1970, registraron niveles récord de calor, indicó la OMM.

Los datos provisionales en el informe mostraron que más del 80 por ciento del océano experimentó una ola de calor marina en algún momento durante este año, y los ecosistemas marinos ya sufren de aguas más ácidas como consecuencia de la absorción de dióxido de carbono.

Los desastres naturales provocaron el desplazamiento de 10 millones de personas durante el primer semestre del año, principalmente en el sur y sudeste de Asia y el Cuerno de África. El brote de COVID-19 agregó una nueva dimensión a las preocupaciones de movilidad humana.

Los fenómenos meteorológicos extremos también contribuyeron a la inseguridad alimentaria, que comenzó a aumentar en 2014 después de décadas de declive. Más de 50 millones de personas se han visto afectadas en dos ocasiones este año: por desastres relacionados con el clima y por la pandemia.

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