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Encontrar una mesa en el exclusivo restaurante Pujol de la Ciudad de México nunca ha sido tan fácil.
El famoso restaurante del chef Enrique Olvera todavía está abierto para los negocios en medio de la pandemia del coronavirus, principalmente porque el Gobierno no ha dicho que deba cerrar.
Generalmente reservado durante meses, el sitio web de reservas en línea Open Table ofrece varios intervalos de tiempo para cada día de esta semana.
Pujol ocupó el puesto 12 en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, y fue el mejor lugar para comer en América del Norte en 2019. Olvera, que apareció en el programa Chef's Table de Netflix, también es copropietario del restaurante Cosme de Nueva York.
En un intento por apoyar a la economía mexicana, que ya estaba en dificultades, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha evitado aplicar medidas estrictas de distanciamiento social.
Los deseos del mandatario, quien solo este fin de semana alentó a los mexicanos a salir y disfrutar de las comidas con sus familias, 'choca' con algunas medidas ya implementadas por estados ante el COVID-19, aunque en algunos casos son desconcertantes.
Por ejemplo, la Ciudad de México anunció el domingo el cierre de bares y cine, pero no de restaurantes.
"Lo que estamos viendo aquí es un cisma", señaló Gladys McCormick, profesora de Historia especializadas en las relaciones México-Estados Unidos en la Universidad de Syracuse en Nueva York.
"A medida que las comunidades toman el asunto en sus propias manos e implementan sus propios protocolos de seguridad y toman 'el timón' sobre cómo prepararse para la pandemia, vemos una mayor erosión en la autoridad del Gobierno", consideró.
Pujol está implementando todas las recomendaciones de las autoridades de salud para prevenir el contagio del virus SARS-CoV-2 en su entorno, aclaró Patricia Guerrero, jefa de comunicaciones, en un correo electrónico.
El restaurante cumplirá de inmediato con la cada vez más probable decisión de las autoridades de ordenar el cierre de restaurantes, remarcó.
México tiene 367 casos confirmados de coronavirus con cuatro muertes relacionadas con la enfermedad hasta el momento. La Secretaría de Salud declaró este martes el inicio de la Fase Dos de la propagación del COVID-19 en el país.
El turismo, que juega un papel importante en la economía mexicana, ya está sufriendo los efectos del virus. Las aerolíneas han tenido que reducir la capacidad a medida que disminuye la demanda de viajes y los gobiernos de todo el mundo imponen estrictas restricciones.
Se espera que la ocupación hotelera en todo el país se desplome durante las vacaciones de primavera y el período de vacaciones de Pascua.
La economía débil de México es vulnerable al 'shock' del coronavirus.
Dado que algunos economistas advirtieron que la actividad de este año podría contraerse tanto como durante la 'Crisis del Tequila', registrada a mediados de la década de los noventa, el Banco de México (Banxico) sorprendió con una reducción de 50 puntos base a su tasa de interés.
El peso ha perdido el 23 por ciento de su valor en el último mes, afectado por una combinación de la caída de los precios del petróleo y la probabilidad de una recesión Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
Calles vacías en la CDMX
Si bien Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital, dijo que la decisión de dejar los restaurantes abiertos podría cambiar en los próximos días, los locales y los visitantes no han esperado las órdenes del Gobierno y han reducido drásticamente la actividad en los barrios de lujo de Condesa y Roma Norte.
Alsea, un operador de varias marcas de restaurantes en América Latina y Europa, ya ha eliminado los empleos corporativos y ha establecido un programa para que los empleados tomen permisos sin goce de sueldo durante 30 días, entre otras medidas.
A medida que disminuye la demanda, los restaurantes de todo el país han establecido 'Certificados gastronómicos', donde los clientes dan de 500 a mil pesos a sus restaurantes favoritos para ayudarlos a sortear la crisis y pagar al personal un poco más.
Otros restaurantes, incluido Pujol, están ayudando a sus proveedores a conectarse directamente con los clientes a través de las redes sociales, dándoles una fuente adicional de ingresos.
Para aquellos que todavía cruzan la puerta, al menos el venerado menú de degustación en Pujol costará solo alrededor de 2 mil 312 pesos, por abajo de los 3 mil 15 pesos que se invertían antes de la depreciación causada por el SARS-CoV-2.