Buena Vida

Piedras llenas de vida y sofisticación.

Piedras preciosas –maravillas creadas por la naturaleza– se transforman en piezas exclusivas para coleccionistas.

Desde su infancia, Luis Alberto Quispe ha viajado a lugares remotos para explorar minas en busca de piedras preciosas, materia prima de los artículos que durante 50 años ha fabricado su familia en Lima, Perú. Rubíes en Tanzania, jade en Rusia y obsidiana en México.

De origen peruano, ingeniero de profesión, representa la segunda generación de una familia de tradición artística que desde 1968 se dedica a crear arte-objeto con una técnica de tallado de piedra llamada glyptography, que tiene sus raíces en la era pre babilónica. Parte de la historia de la humanidad está presente en su trabajo.

En 2012 estableció una relación con la firma francesa de lujo S.T. Dupont, con la que cada año lanza una edición limitada de plumas y accesorios para escritura y fumadores Haute Création de edición limitada.

El alquimista y diseñador estuvo en México para el relanzamiento de la marca, que presenta en exclusiva las creaciones de su estudio, L'QUART, especializado en joyería y objetos utilitarios.

"Cada una de estas piezas viaja por todo el mundo, literalmente. Y tienen historia. Para un artista o un diseñador, las piedras preciosas son el material más maravilloso que puede utilizar para expresarse. Por ejemplo, las gemas son piedras creadas por la naturaleza durante cientos, miles o millones de años. Tener esa materia prima para transformarla y expresar un diseño es un privilegio", cuenta en entrevista.

¿Cómo elegir la piedra adecuada? ¿Hay que rendirse a la seducción de una forma o un color? Luis Alberto dice que siente una especie de llamado. "Muchas veces el color de la piedra, su forma, o textura, incluso sus imperfecciones, me guían en el diseño. También, si ya tengo una idea en la cabeza, sé cómo cortarla, modificarla para llegar a mi diseño. En cualquiera de los dos escenarios, lo que surge son piezas únicas".

Este meticuloso trabajo que parte de un contacto íntimo tanto consigo mismo, como con la naturaleza, llega –dice el artista–, al más alto nivel del deseo, ya que nadie tendrá en el mundo una pieza igual a otra. "Con las gemas en particular nunca se sabe lo que la naturaleza va a ofrecer. Uno de los retos más grandes es confiar en el instinto, la experiencia, al momento de estar en una mina y tomar la decisión de comprar o no. Representa uno de los más alto costos por que hay que tener un stock para poder crear opciones de diseño".

Fiel al lema de la marca especializada en "hacer objetos excepcionales para gente excepcional", al crear objetos como plumas o encendedores –de los que se comercializan seis colecciones anuales, de sólo ocho piezas cada una–, Luis Alberto Quispe trabaja delicadamente para satisfacer un anhelo muy personal. "Quizá mis piezas signifiquen para quien las adquiera el testimonio de una vida de logros. Me gusta diseñar objetos que signifiquen algo para cada una de las personas, siempre una marca de lujo es símbolo de estatus, pero mis diseños están relacionados con algo personal, un gusto que conecte con uno mismo".

S. T. Dupont lanzó el año pasado una pluma hecha con un meteorito real, la máxima expresión de su manufactura única. Utiliza un material llamado laca china, que es una especie de resina indestructible y es uno de los insumos que usó el diseñador para sus colecciones 2018.

En esa combinación entre materiales exclusivos y diseño está el sello único. Además del valor humano. "Me gusta utilizar como motivo las calaveras, un tema utilizado por muchas culturas desde tiempos milenarios, cada una con significado diferente, de vida o muerte. Para mí es un símbolo de belleza, de igualdad entre todas las personas, mucho más allá del objeto excepcional, cada pieza tiene un significado lindo, que conecta con cada uno por encima del valor".

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