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Horma perfecta: el laborioso proceso de crear el calzado

Son un artículo de primera necesidad y algunos modelos se componen hasta de 40 piezas; el proceso de crear el calzado es perfecto, preciso y muy laborioso.

En los aparadores y en las tiendas virtuales aguardan las novedades. Los zapatos son un artículo de primera necesidad que para concretarse necesita de laboriosos procedimientos que el consumidor final no se imagina. Son tan cotidianos que sorprende saber que hay modelos que se componen de más de 40 piezas.

Nacen de un boceto, se buscan hormas enfocadas al tipo de calzado a desarrollar, se trazan los patrones de las piezas que se cortan sobre el material a elegir, se cose todo para unirlo y finalmente se adiciona la suela, resume Alfredo Hernández, director del Centro de Innovación y Diseño para la Industria del Calzado, sobre la guía básica de fabricación.

Cada estilo tiene su complejidad, no es lo mismo hacer una balerina que un deportivo o una bota. El tenis o sneaker es el que más procedimiento y gasto conlleva, y también el que más se vende a nivel mundial. No es por la tendencia de usarlos como zapatos casuales, sino por la complejidad de los tipos de suela.

"Es el tipo de zapato en el que más dinero se invierte en el mundo, sobre todo, en desarrollo tecnológico, pero todos tienen sus secretos. La bota vaquera tiene un tubo que se modela en dos dimensiones, pero en realidad son tres; y la balerina es un zapato muy fino que requiere atención en las líneas de corte para que queden exactas", explica Hernández.

Cuero, plástico, materiales sintéticos, textiles, herrajes, cintas y todo tipo de adornos se agregan para dotar al zapato de personalidad. La del calzado es una industria que en México ocupa procedimientos artesanales e industriales y que se apoya en el desarrollo tecnológico para mejorar los procesos de producción.

"Hay variantes mínimas que ocasionan que las piezas no ensamblen a la perfección y que se corrigen sobre la marcha, pero no deberían ocurrir, por ello impulsamos los procesos tecnológicos como animación, impresión en 3D y digitalización", agrega.

Ello con la finalidad de que los productores logren un nivel de excelencia -como en otras partes del mundo- y que el consumidor pueda experimentar confort a cada paso con un zapato en el que todas y cada una de las piezas embonen a la perfección.

Hernández es director del centro de innovación que desde hace más de dos años opera en Guanajuato y acaba de hacer alianza con la Universidad Jannette Klein para abrir en la Ciudad de México una sucursal con las mismas características que ya opera, y que capacitará a empresas, diseñadores y estudiantes sobre los procesos a mejorar en la fabricación de calzado.

En el Centro de Innovación y Diseño para la Industria del Calzado y la Marroquinería ubicado en la colonia Del Valle, donde se pueden completar procesos para diseñar una línea o una colección completa de zapatos, el principal objetivo es reducir tiempo de desarrollo e incrementar la calidad del producto final con atención en hormas, patronajes, desarrollo, impresión en 3D, animación, diseño de suelas y digitalización.

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