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¿Alguna vez soñaste con una casa del árbol? Este hotel es para ti

The Treehouse Hotel en Londres es parte de 1 Hotels y es la primera versión de la marca del hotelero Barry Sternlitch; puedes explorar su cafetería, su restaurante y dormir entre la naturaleza, pero con un toque de lujo.

Un bloque de oficinas de 1960 en el centro de Londres puede parecer un lugar poco probable para construir una casita del árbol, pero eso es exactamente lo que el multimillonario hotelero Barry Sternlitch ha hecho.

De verdad.

The Treehouse Hotel es la primera versión de una nueva marca del autor intelectual que creó W Hotels en 1995, que además se desempeñó como director ejecutivo de Starwoods Hotels y fundó la cadena de hoteles Baccarat en 2015. De acuerdo con Sternlicht y sus socios en Starwood Capital, la casa del árbol pretende ser una rama de 1 Hotels, la popular marca de eco-lujo de la compañía, con espacios en Manhattan, Miami, Brooklyn, Nueva York y West Hollywoood, California.

El lugar ocupa los pisos superiores de una torre de 16 pisos que tiene 95 habitaciones, un bar en la azotea llamado Nest (nido en español) y una pequeña cantidad de locales de comida y café, tanto en la planta baja como en el piso 15.

Podría decirse que la vista por sí sola podría justificar el nombre del hotel conceptual, ya que la perspectiva de 360 grados desde la cubierta del techo ofrece tremendas vistas de la capital británica, desde Canary Wharf y el Shard of Glass hasta la Torre BT y el London Eye. Pero las casas en los árboles ofrecen una nostalgia 'campy', no comodidad del estilo de Baccarat. Entonces, ¿cómo es dormir en este lugar?

Nos registramos en el hotel para averiguarlo.

La 'primera impresión'

Encontrar la recepción no es exactamente algo sencillo, ya que se encuentra en el piso 15. Llegar allí requiere caminar por la cafetería de la planta baja hasta los elevadores, y tal vez tendrás que preguntarle al barista. Pero una vez que llegas, el motivo del concepto y el nombre es difícil de ignorar: en todas las áreas públicas, las paredes están cubiertas de corteza y tejas. Gran parte de los muebles están hechos de madera o mimbre.

Las lámparas son bombillas o lámparas de queroseno como extraídas de un campamento (equipadas con LED). De los techos, cuelgan plantas en macetas en todas partes, y encontrar una pila de juegos de mesa aquí es tan fácil como encontrar a un niño jugando Candy Crush en el aeropuerto.

Si esto falla en sorprenderte, el panorama de Londres detrás de la recepción no lo hará. Y todo el talento del personal va más allá de su papel (ya sabes, joven y moderno). Son amables, serviciales y pueden proporcionar todo tipo de recomendaciones, hasta dónde encontrar el mejor slam de poesía local.

Las habitaciones

Dormir en una de las habitaciones de la casa del árbol de Sternlicht no se siente como si estuvieras en casa, desde una perspectiva de diseño (a menos que vivas en una cabaña de campamento de verano en el norte de Nueva York), pero ofrece las comodidades tecnológicas de nuestra vida cotidiana.

A través de una app del hotel, puedes administrar todos los aspectos de tu estadía, desde el check-in hasta el check-out, solicitar un "picnic en la habitación", comunicarte con el personal, y descubrir qué está sucediendo en los alrededores.

Es fácil transmitir Netflix o Spotify desde tu teléfono móvil a la televisión inteligente en tu habitación. Pero hay una omisión evidente que seguramente será un factor decisivo (para algunos): no hay gimnasio ni spa.

Además del kitsch, la decoración de la habitación es más como de un loft de lujo en una casa suburbana. Los pisos son de madera, y las paredes de cemento desnudo dicen 'almacén'. La alfombra del área es un remiendo de kilim, la cómoda silla del club es de terciopelo vintage. En la esquina, cerca de la ducha que tiene efecto de lluvia, hay una bañera remojada independiente de cobre y acero, con patito de goma incluido, y un soporte para teléfono o tablet, el lujo con guiños.

Y en el espíritu del 1 Hotels, hay guiños a la sostenibilidad, como las botellas grandes y recargables de jabones y champús corporales locales. Las sábanas de algodón blanco son orgánicas, al igual que la Karma Cola en el minibar. Nada mal para el precio: menos de 300 dólares por noche.

Sin embargo, los aspectos pueden sentirse como alienantes. En lugar de crear una fantasía en torno a un concepto omnipresente, por ejemplo, estar rodeado de la naturaleza, el diseño se apoya en 'Americana'. Un bate de beisbol sobre un banco junto al closet, con un guante colgando encima. Libros de lectura antiguos junto a la cama, como 'Winter Sunshine', del naturalista estadounidense John Burroughs, de principios del siglo XX, se encuentra bajo una Bola Mágica 8. Parece que el sentido de lugar estaba lejos de las prioridades de Sternlicht.

La comida

Al igual que la decoración, Madera -el restaurante mexicano del piso 15- es a veces artificial y a menudo demasiado estadounidense, hasta en las proporciones inusualmente grandes.

Su menú estilo compartido (influenciado en gran parte por los restaurantes mexicanos de California, no por los de México) incluye un aperitivo de queso fundido con chile y champiñones que podría enviar a los invitados a la calle; la especialidad de la casa, simplemente llamada 'Rocas' consiste en carne de res, pollo o camarones servidos chisporroteando sobre 'piedras de lava' calientes. Omite esto a favor de algo más ligero y más impulsado por el mercado, como el pescado del día; en nuestra visita, pedimos un generoso filete de halibut servido con berros, rábanos y papas asadas.

O sáltate Madera por completo y ve a la barra de la azotea, un piso más arriba. Sí, se llama Nest (nido) y tiene más corteza, más madera, más plantas colgantes. No, no tiene las grandes ambiciones de competir con el Connaught, que está a pocas cuadras de distancia. Pero los cocteles como el agrio House Finch (vodka con grosella y clara de huevo) tienen un divertido tema de pájaros, y los precios son razonables. Gin & tonics tiene un precio de 13 dólares.

La línea de fondo

No lleva mucho tiempo darse cuenta de que Treehouse es el sueño americano de Sterlicht, no el británico. Claro, las casas en los árboles también son míticas en Gran Bretaña (piensa en el Bosque de los Cien Acres de 'Winnie the Pooh' o en el Treetop Walkway en los Jardines Kew de Londres), pero la fascinación mucho más omnipresente en un patio trasero británico es el humilde cobertizo, amado por todos, desde excentricistas hasta el ex primer ministro David Cameron y su cabaña de 25 mil euros (un hotel con temática de cobertizo podría tener que esperar, pero cuando llegue, estaremos allí).

En última instancia, Treehouse más cerca de ser un mirador del bosque; los chistes se pierden por cualquiera fuera del club.

Este podría ser el plan maestro: dar a los huéspedes la sensación de estar de vacaciones, no solo en Londres, París o Ámsterdam (o en las ciudades que puedan venir después), sino también en el patio trasero de un niño en la década de 1950 en Anytown, EU.

Una marca que no busca la personalización para cada mercado ciertamente sería más fácil de escalar. (Se espera que pronto se anuncien ubicaciones adicionales en EU y otros lugares en el extranjero).

El concepto tiene sus limitaciones. Pero la vista desde el lugar no y, en este caso, eso vale la pena.

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