Con la victoria de ayer, Holanda se pone nuevamente de cara a su propia historia, esa que lo señala como uno de los mejores equipos, pero con el estigma del eterno perdedor, incapaz de ganar un título en Mundiales.
Los Países Bajos han sido siempre animadores y en varias ocasiones favoritos para quedarse con la victoria, pero los tropiezos se han convertido en situación recurrente.
Después de una ausencia en seis certámenes, sorprendió a todos al llegar a la final en Alemania 1974. Parecía que los tulipanes podrían redondear con la victoria el repunte que su Selección había presentado en las competencias internacionales.
Sin embargo, aunque Holanda se puso adelante en el marcador, no supo mantener, mucho menos aumentar la ventaja y permitió que Alemania Federal remontara para ganar 2-1 y levantar la Copa.
La historia se repitió cuatro años después, aunque su verdugo en esa ocasión fue el anfitrión Argentina. A aquel encuentro, los holandeses no supieron contrarrestar el juego veloz y de mucho toque de sus rivales, entre quienes Mario Kempes se volvió una pesadilla al anotar dos de los tres goles con que los derrotaron. Sólo Dick Nanninga respondió con una anotación .
Regresó a una final en Sudáfrica 2010 ante España, probablemente su peor derrota, partido en el que de nada valió la presencia de Arjen Robben, Robin van Persie o Wesley Sneijder. Holanda cayó por sólo un gol en tiempo extra.
En Brasil, cargan de nuevo con la etiqueta de favoritos, fueron el mejor equipo de la primera fase, pero ayer dejaron mucho que desear.