Brasil

Colombia, presente y pasado de una historia contrastante

Los colombianos de José Néstor Pékerman están reviviendo las ilusiones que generaban aquellas selecciones de Italia 90 y Estados Unidos 94. ¿Podrá Colombia derrotar a Brasil y hacer historia?

La Selección colombiana está reviviendo la esperanza que causaba aquella que participó en los Mundiales de 1990 y 1994; este último para el cual incluso Pelé auguró que serían campeones.

La escuadra cafetalera tuvo su última participación mundialista en Francia 1998. Desde entonces, los convocados actuales sólo han visto a su escuadra intentar clasificar a la Copa, hasta ahora que ellos debieron asumir la responsabilidad 16 años después.

En aras de seguir mejorando su participación histórica en la máxima justa de la FIFA, los colombianos deben vencer al anfitrión para alcanzar las semifinales. De 25 partidos contra Brasil, sólo lo han superado en dos, el más reciente el 13 de julio de 1991 (Copa América), un día después del nacimiento de James Rodríguez, hasta el momento máximo goleador de la Copa del Mundo (5).

Este grupo ilusiona a su país gracias al talento y las tácticas de José Néstor Pékerman. El estratega argentino, quien podría llegar a 10 partidos invicto en Copas del Mundo, jugó para el Independiente de Medellín y jamás imaginó que tras lesionarse la rodilla en ese club y volver a Argentina a pilotear un taxi para mantener a su familia en 1978, estaría haciendo historia con la escuadra de la nación donde perdió la posibilidad de crecer como futbolista.

Esta generación que entusiasma a Colombia, además, creció durante el periodo en que el narcotraficante Pablo Escobar financió canchas de futbol, además de apoyar, con dinero lavado, a equipos como el Atlético Nacional y Deportivo Independiente. La influencia del capo inclusive alcanzó al equipo representativo nacional.

Con la muerte del jefe del cártel de Medellín empezó el ajuste de cuentas. Colombia cayó en un periodo de violencia, de la cual no se salvó la Selección del Mundial de 1994, misma que recibió amenazas de muerte que se concretaron con el asesinato de Andrés Escobar, cuyo autogol fue cobrado con su vida el 2 de julio de hace 20 años.

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