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Una madre china sufre porque nadie acepta su soborno

La campaña anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping, ha traído dolor de cabeza para algunos, ganancias para otros y los menos afortunados dejaron de recibir dinero o regalos. El organismo antisoborno anunció que este mes que unos 100 mil funcionarios fueron sancionados en los dos últimos años.

Cuatro meses después de iniciado el nuevo año escolar, Chen Jin todavía está tratando de inscribir a su hija en una escuela media de primer nivel en su ciudad de más de 10 millones de habitantes del norte de China. El problema es que no hay a quién sobornar.

En años anteriores, las personas de dinero o con contactos podían eludir las restricciones domiciliarias y mandar a sus hijos a las escuelas públicas más prestigiosas. En este año, los funcionarios no pican el anzuelo, ya que las autoridades educativas han tomado a pecho la campaña anticorrupción del presidente Xi Jinping.

"No voy a renunciar", declaró Chen, cuya hija de 12 años concurre a otra escuela pública cercana a su casa de Shijiazhuang en la provincia de Hebei. Dijo estar dispuesta a ofrecer 100 mil yuanes, unos 16 mil dólares. "Tiene que haber una manera".

Las dificultes de Chen muestran cómo la iniciativa anticorrupción de Xi abarca a toda China y ha llegado hasta los funcionarios de bajo nivel, con algunas consecuencias indeseadas. Aunque muchos funcionarios hayan adherido por miedo, la campaña aún no ha modificado una mentalidad general que acepta la corrupción como una forma de aceitar los engranajes de los negocios o evitar ineficiencias crónicas como las aulas superpobladas, el bajo salario de los empleados públicos y los trámites burocráticos interminables.

El organismo antisoborno de China anunció este mes que unos 100 mil funcionarios fueron sancionados en los dos últimos años. Los culpables de las transgresiones más graves fueron calificados de "moscas" por Xi, quien prometió castigarlas junto con los "tigres".

La lista incluye a Ma Chaoqun, funcionario de la empresa de agua de Hebei, que enfrenta cargos luego de que los investigadores hallaran más de 100 millones de yuanes en efectivo y 37 kilogramos de oro distribuidos en 68 apartamentos. Un ex subdirector del Zoológico de Pekín fue sentenciado a cadena perpetua por cargos que incluían un desfalco de 14 millones de yuanes.

CAZAR TIGRES

"En teoría, matar a las moscas es en realidad más importante que cazar a los grandes tigres", dijo Andrew Wedeman, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Estado de Georgia que estudia la política china. "A largo plazo, una campaña anticorrupción busca modificar la 'cultura de la corrupción' que lleva a los empleados rasos a creer que 'todo el mundo lo hace y a nadie lo agarran'".

China se ubicó 100ª en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional en 2014, detrás de países como Serbia, Rwanda y Brasil. Pese a ello, los esfuerzos de Xi redujeron los ingresos en las mesas de baccarat de Macau a Las Vegas, frenaron las ventas en las boutiques de lujo de Hong Kong y limitaron los generosos banquetes que eran de rigor para los funcionarios. El año pasado, los economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg dijeron que la iniciativa reduciría el crecimiento de 0.1 a 0.4 puntos porcentuales en 2014 y 2015.

Para el hombre de negocios Cai Xiaopeng, el cambio se notó en un teléfono móvil más silencioso. Antes del Festival de Mediados de Otoño de octubre pasado, recibió menos llamadas de funcionarios del gobierno que pedían regalos.

NO OLVIDAR LOS REGALOS

En un año cualquiera, Cai, presidente de Kingsberry Group, compañía de Pekín que elabora productos frutales en Pekín y Hebei, pagaba un promedio de 300 yuanes (48 dólares) a más de cien funcionarios de docenas de departamentos para conservar las relaciones. En 2014, tuvo que pagar a unas veinte personas.

"Los funcionarios solían llamarme semanas antes del festival para decirme que no olvidara sus regalos", dijo Cai en una entrevista. "Las cosas están mejorando".

Cai contó que gastaba alrededor de un millón de yuanes por año, aproximadamente un tercio de los ingresos anuales de su empresa, para sobornar a los funcionarios y evitar interferencias o sanciones. Calcula que el año pasado ahorró unos 800 mil yuanes en sobornos y por lo tanto podría invertir más en equipos.

CONSERVAR CONTACTOS

"Espero que algún día no tenga que pagar sobornos por algo, aunque aún tengo que pagar para conservar mis contactos", dijo Cai. "Los funcionarios sólo dejarán de aceptar sobornos si la campaña anticorrupción se vuelve algo permanente".

La falta de normas eficaces y una forma confiable de controlar el abuso de poder es un obstáculo para la campaña de Xi, según Ren Jianming, profesor de funcionamiento institucional de la Universidad de BeiHang en Pekín que asesoraba a la Comisión Central de Inspección de Disciplina del Partido Comunista.

"Es urgente la necesidad de implantar un sistema para reglamentar a los funcionarios", señaló Ren. "La llamada campaña anticorrupción es un enfoque de arriba hacia abajo y tardará en llegar al nivel más bajo de la jerarquía oficial".

Entretanto, la campaña en realidad podría aumentar el precio de los sobornos. Los funcionarios piden una suma más grande porque aceptar dinero se ha vuelto más riesgoso.

HUEVOS MÁS GRANDES

Ese es el problema que enfrenta un joyero del centro de la provincia de Henan que sólo quiso dar su apellido, Xia. Los funcionarios ahora sólo reciben dinero de las personas en quienes confían y piden una suma mayor.

"Las gallinas tienen que hacer más esfuerzo para poner huevos más grandes", dijo Xia. Añadió que tuvo que pagar el triple del precio acostumbrado a un funcionario cuando solicitó permisos para abrir nuevos locales en otras ciudades de Henan.

Los pedidos del presidente Xi para que haya "tolerancia cero a la corrupción" han resultado demasiado revolucionarios para algunos funcionarios de la provincia de Shanxi del norte de China. Un funcionario de educación de la ciudad de Linfen señaló que los sobornos ahora son más difíciles de detectar pero que siguen siendo corrientes.

En la época de festividades en Linfen, ciudad que tiene enormes yacimientos de coque, las calles estaban congestionadas porque los funcionarios daban vueltas en sus autos para comprarse mutuamente regalos, según un funcionario que pidió ser mencionado sólo por su apellido, Guo. El año pasado, las calles quedaron vacías luego de que el organismo anticorrupción ordenó a los funcionarios rechazar los obsequios y las sumas de dinero, en especial durante las fiestas.

ENUMERAR LOS RESQUICIOS LEGALES

Asegurarse de que el gobierno cierre todos los resquicios legales se ha vuelto una obsesión para Cai de Kingsberry. En una reunión con funcionarios del organismo anticorrupción que tuvo lugar en octubre, enumeró los resquicios legales que podrían dar a los funcionarios de bajo nivel la oportunidad de pedir dinero.

"Es imposible matar a todas las moscas sin un cambio total del sistema que actualmente da demasiado poder a los funcionarios", explicó Cai.
No todo el mundo comparte el entusiasmo de Cai por la campaña. Mientras los funcionarios tratan de detectar sobornos, la gente trata de pagarles.

Chen Jin, la madre de Shijiazhuang, dice que no descansará hasta encontrar un funcionario dispuesto a recibir dinero para poder inscribir a su hija en la escuela que prefiere.

"No creo que esos funcionarios escolares puedan tener la puerta cerrada para siempre", aseguró. "No pueden mantener su estilo de vida si renuncian al dinero".

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