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Un par de rocas, sinónimo de conflicto entre Corea del Sur y Japón

Las rocas de Dokdo son dos islotes ubicados en el Mar de Japón controlados por Corea del Sur desde 1954. Esta situación impide que dos de las economías más poderosas de Asia y dos de los aliados más grandes de Estados Unidos en la región se lleven bien .

Un par de rocas que fueron en un tiempo fuente de fortuna para los pescadores japoneses que cazaban lobos marinos y abulones, están impidiendo que los dos aliados más grandes de los Estados Unidos en Asia se lleven bien.

Las rocas ubicadas en el Mar del Japón son controladas por Corea del Sur desde 1954. Ninguno de los mil 200 pescadores de Okinoshima, la isla japonesa habitada más cercana, ha puesto los pies en ellas. Si bien las tensiones territoriales pueden ser fluctuantes, un gobierno más nacionalista en Tokio e informes en los medios destacando la disputa han sacado nuevamente a la luz reacciones en Okinoshima.

"Antes, a los jóvenes y al público en general no les interesaba Takeshima", dijo a los periodistas Shoza Yawata, residente local de 86 años en la localidad de Kumi en Okinoshima, a 158 kilómetros (98 millas) de las rocas conocidas como Dokdo en coreano. "Últimamente, ha habido una reacción negativa contra el control de Corea del Sur", dijo. "A los japoneses nos hierve la sangre".


La disputa por los islotes y sus derechos de pesca, sumada a la amargura persistente de Corea del Sur por el trato dado a sus mujeres por el Ejército Imperial de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, impide un mejoramiento de las relaciones entre las dos grandes economías de Asia.

El primer ministro Shinzo Abe, que quiere un Japón militarmente más fuerte, no ha logrado que la presidenta Park Geun Hye acepte sus exhortaciones a una cumbre, dejando a los Estados Unidos como un vocero marginal instando a mejorar las relaciones.

"Japón no tiene ninguna probabilidad de obtener una concesión coreana con respecto a las rocas", dijo Robert Dujarric, director del Instituto de Estudios Asiáticos Contemporáneos en la Universidad Temple de Japón.

TRES HABITANTES

Los Estados Unidos quieren que Japón y Corea del Sur trabajen juntos para limitar la influencia de China en la región y coordinar mejor la política con respecto a Corea del Norte, dijo Dujarric. "Este reclamo por Takeshima no hace más que ayudar a China y Corea del Norte y dificulta las cosas a Estados Unidos", dijo.

Las rocas en gran medida desnudas se elevan abruptamente del mar casi equidistantes del territorio de ambos países. Sólo tres personas –un pescador, su esposa y un poeta- viven allí, según un sitio Web del gobierno surcoreano, junto con un pelotón de unos 30 oficiales de policía. Los lobos marinos, cuya piel proveía antiguamente alfombras a los hogares de Okinoshima, han desaparecido.

Tanto Japón como Corea del Sur dicen que sus documentos demuestran antecedentes de utilización de los islotes, situados en aguas que Corea del Sur llama Mar del Este. En Okinoshima, con una población de 15.000 habitantes, hay muchas pruebas de la disputa.

Un cartel en lo alto de la terminal de ferry exige la devolución de las rocas, y la oficina del gobierno local está dominada por un estandarte similar de dos pisos de alto. Se exhiben cajas de "pasteles Takeshima".

Japón incorporó oficialmente las rocas en 1905, entregando la administración al gobierno local. Cinco años después anexó la península coreana, que ocupó hasta su derrota en 1945. Pocos meses después de que Japón firmó en 1951 un tratado de paz con otros 47 países, Corea del Sur trazó una frontera marina que efectivamente reivindicaba las rocas que en Europa se conocían como Liancourt.

En 2005, la prefectura de Shimane, que incluye a Okinoshima, estableció un Día de Takeshima anual el 22 de febrero, lo cual desató protestas en Corea del Sur y llevó a la provincia de Gyeongsangbuk-do a romper relaciones. Desde 2009, todos los alumnos de la escuela elemental y media de la prefectura de Shimane reciben lecciones sobre el tema.

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