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Si Zara está cayendo, qué será de sus competidores

La cadena de moda española se ha visto amenazada por otros competidores en internet como Amazon, además de otros factores como movimientos monetarios adversos, pero es posible que su modelo de "moda rápida" le permita salvarse de este panorama. 

Ni siquiera Inditex puede desafiar la gravedad para siempre.

El dueño español de la cadena de moda Zara sigue exhibiendo la clase de crecimiento de ventas con la que sus rivales apenas pueden soñar.

El crecimiento de las ventas en tiendas comparables fue de 10 por ciento en el año transcurrido hasta fin de enero, el ritmo más rápido en 14 años. En contraste, muchos competidores enfrentan dificultades para generar crecimiento sobre la misma base.

Pero el margen bruto, la diferencia entre el precio al cual Inditex, dueña de Zara, compra y luego vende bienes, se redujo a menos de 55 por ciento en el cuarto trimestre, el menor en casi ocho años.

Si la vida es dura para esta súper estrella, será aún más dura para sus rivales menos distinguidos.

Inditex culpa de la contracción a los movimientos monetarios adversos. Sin estos, el margen bruto habría aumentado el año pasado, y el margen debería ser estable este año, según la compañía.

Como todos los minoristas de indumentaria, la cadena española sufre presiones en tres frentes.

Conforme mengua el amor de las mujeres por la ropa, el mercado se mantiene en extremo competitivo, obligando a los minoristas a mantener precios asequibles y una moda atractiva.

Mientras tanto, los rivales de internet se multiplican, y nuevas marcas como Boohoo.com le pisan los talones. Hasta Amazon.com quiere ingresar en el mundo de la moda. No está claro si el gigante estadounidense tendrá éxito, pero podría causar estragos en el mercado si lo intenta.

El aumento del dólar también perjudica a los minoristas, que pagan a sus proveedores de Asia principalmente en la moneda de Estados Unidos. Será necesario elevar los precios para recuperarse de fuentes de suministro más costosas –cosa difícil cuando la demanda es débil.

Inditex debería estar mejor ubicada que sus pares para capear todo esto. Su modelo de moda rápida le permite poner los estilos de más actualidad en las tiendas en cuestión de semanas. Cuando las mujeres estén dispuestas a gastar, esto le aseguraría que su marca Zara se coloque a la cabeza de la lista.

Asimismo, el grupo tiene mucha menos exposición al dólar fuerte que sus pares. Casi la mitad de la ropa de Inditex se confecciona cerca de su sede en el noroeste de España, Portugal y el norte de África. Solo obtiene alrededor de 30 por ciento de sus productos de Asia. En comparación, esa cifra es de cerca de 80 por ciento en H&M, así como en la vasta mayoría de la ropa vendida por Primark, de Associates British Food.

Las acciones de Inditex se negocian a cerca de 26 veces la ganancia estimada, una cuantiosa ventaja frente al múltiplo promedio de 21 por ciento que exhibe el grupo de pares de indumentaria en el índice Bloomberg Intelligence European.

Esto es comprensible dado el superior crecimiento de las ventas del minorista, su menor exposición al dólar y su saludable generación de efectivo –el efectivo neto se disparó 15 por ciento en el año a 6 mil 100 millones de euros.

Todo lo anterior le da a Inditex mucho poder para hacer frente a una turbulencia adicional en el mercado de la ropa, pero hay poco espacio para un paso en falso en cuestiones de moda.

El minorista debe convencer a los inversores de que puede defender o elevar los márgenes, así como expandir las ventas. Entonces dejaría realmente atrás a sus rivales.

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de Bloomberg LP y sus dueños, ni de El Financiero. 

* Es una columnista de Bloomberg Gadfly, que cubre las industrias de consumo y minorista. Anteriormente trabajó en el Financial Times.

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