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Rusos apoyan a Putin, a pesar de que sus bolsillos resienten sanciones

Cuando Rusia anexó la región Crimea de Ucrania, los ingresos disponibles experimentaron su mayor caída desde 2009. El gobierno estima que el PIB crecerá 0.5 por ciento este año, el nivel más bajo desde hace seis años.

Los rusos apoyan a Vladimir Putin en tanto éste enfrenta a los Estados Unidos y Europa por Ucrania, aunque sus bolsillos cuenten otra historia.

La popularidad de Putin crece, junto con la confianza de los consumidores y un indicador de "confortabilidad social". Otra serie de datos revelan un cambio abrupto en un país que disfrutó del consumismo después del colapso del comunismo. Las ventas de autos se desploman, los operadores turísticos van a la quiebra y los ingresos disponibles están estancados.

Una nueva generación de rusos que crecieron desde la caída del comunismo encuentra orgullo patriótico en el hecho de arreglarse con menos. Si bien los niveles de aprobación de Putin todavía suben, analistas e investigadores en Moscú dicen que los datos económicos en baja ponen en evidencia el riesgo de permitir que la política se imponga a la prosperidad.

"El orgullo y el patriotismo han despertado en los rusos, como ocurría en la URSS, y por eso están dispuestos a sacrificar parte de su bienestar", dijo Dilyara Ibragimova, profesora de sociología económica en la Escuela Superior de Economía en Moscú. "Creo que es temporario porque el aumento continuo de los precios llegará a sus bolsillos y afectará su actitud".

AUTOS, VACACIONES

Las ventas de autos, que crecieron con saltos mensuales de hasta 88 por ciento en 2007, se desplomaron un promedio de 20 por ciento en junio y julio. Como mínimo cinco operadores turísticos quebraron en tanto se redujeron los viajes. La demanda interna se traba pese a que el índice ruso de confianza del consumidor experimentó su mayor aumento en más de cuatro años el trimestre pasado y un indicador de "confortabilidad social" se mantiene en un máximo récord desde junio.

Esto señala un giro de 180 grados para Rusia, donde el gasto en consumo representa la mitad de la economía de dos billones de dólares. Sobre el telón de fondo de la caída económica en los años 1990, Putin convirtió la prosperidad creciente y las finanzas públicas estables de Rusia en la piedra angular de su atractivo.

Ayudado por el precio más alto del petróleo -que es el mayor generador de ingresos externos del país- Putin manejó superávits fiscales durante sus dos primeros mandatos en el Kremlin entre 2000 y 2008. El crecimiento promedió siete por ciento anual durante ese período y los salarios reales crecieron un promedio de 15 por ciento anual, según datos recopilados por Bloomberg. Incluyendo caídas durante gran parte de 2009, el crecimiento salarial promedió desde entonces 3.9 por ciento.

Cuando los motores del crecimiento comenzaron a renquear con la crisis financiera que sacudió a la economía mundial y puso un tope a los precios del combustible, entraron los consumidores. Su gasto impulsó el crecimiento en 2010-2013 en tanto la inversión se debilitó y la producción industrial bajó. Hasta este año.

En marzo, cuando Rusia anexó la región Crimea de Ucrania, los ingresos disponibles experimentaron su mayor caída desde 2009. El gobierno estima que el producto interno bruto crecerá 0.5 por ciento este año, el nivel más bajo desde una contracción en 2009.

ESTO NO HA MELLADO LA POSICIÓN PÚBLICA DE PUTIN

"La política parece ser más importante ahora que la economía, que está ocupando un segundo lugar en este momento", dijo Ivan Tchakarov, economista principal de Citigroup Inc. en Moscú. "Los rusos parecen estar en su mayoría dispuestos a sacrificar su bienestar económico si sirve a un fin más elevado, que en este momento es mostrar que Rusia está volviendo a adquirir los atributos de una gran potencia".

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