Por ser el mayor de tres hermanos, Baily Deeter a menudo era el último que su madre pasaba a buscar por la escuela. Y entonces apareció Uber Technologies Inc.
Cuando Baily empezó noveno grado en agosto, sus padres le abrieron una cuenta para la aplicación móvil de reserva de autos de esa compañía a nombre de su padre y a descontar de su tarjeta de crédito. Ahora, en lugar de esperar a su mamá, el chico de 14 años usa su iPhone para pedir un auto de Uber para recorrer los 11 kilómetros que separan su casa de la escuela de Atherton, California.
"Estoy muy contento de tener una cuenta de Uber", dijo el adolescente. "Muestra la confianza que han depositado en mí mis padres y me permite ir de un lugar a otro en un segundo". Su padre, Byron Deeter, es un capitalista de riesgo de Bessemer Venture Partners que dijo no lamentar haber invertido en Uber.
Al igual que los Deeter, los padres de distintas ciudades, de Los Ángeles a Nueva York, que no pueden hacer el viaje también están empezando a usar aplicaciones de reserva de autos o para compartirlos para trasladar a sus chicos de un lado a otro.
Los padres en particular recurren a estas aplicaciones para llevar a sus hijos adolescentes a eventos deportivos y fiestas, dijo Brian Solis, analista de Altimeter Group, firma de San Mateo, California, que investiga el impacto de las nuevas tecnologías. Las aplicaciones permiten a los padres saber dónde están sus hijos durante los traslados, algo que los taxis y otras formas de transporte aún no ofrecen.
"Tener una cuenta de Uber es una tendencia creciente, en especial entre los alumnos secundarios. Refleja la economía del compartir basada en la confianza", dijo Solis, que también paga una cuenta Uber para su hijo de 17 años.
DIFUSIÓN DEL USO
Si bien los datos sobre la tendencia son escasos -Uber y Lyft Inc. no permiten que los menores abran cuentas y entonces son los padres los que coordinan los traslados de los chicos, lo que dificulta obtener datos demográficos.
Las entrevistas con más de una docena de familias y conductores muestran que el uso de Uber está cada vez más difundido.
Baily dijo que sus amigos también utilizan Uber y agregó que sólo pide el servicio cuando sus padres no pueden recogerlo. Los Deeter gastaron unos 100 dólares en traslados de Uber para Baily desde agosto, dijo su padre.
Uber está ayudando a promover el uso por parte de las familias, allanando el camino al crecimiento con una nueva generación. En mayo, la compañía lanzó en la ciudad de Nueva York un servicio llamado UberFamily que da a los padres la opción de pedir un auto equipado con silla para niños pequeños. El servicio se extendió a Filadelfia y Washington D.C. en julio.
Un representante de Uber de San Francisco, que opera en más de 210 ciudades de todo el mundo y tiene una valuación de 17 mil millones de dólares, no accedió a efectuar declaraciones.
"Para la mayor parte de las compañías de consumo, llegar a los adolescentes -los clientes del futuro- sigue siendo un desafío", señaló Solis. Los pasajeros jóvenes "sólo pueden multiplicar el crecimiento potencial de Uber".